Tras el regreso del ministro de Economía, Martín Guzmán, de su gira por Europa, el gabinete económico está abocado por estas horas en el análisis de reasignación de partidas del Presupuesto Nacional que permitan generar nuevos recursos para atender el costo que tienen las flamantes restricciones implementadas por la pandemia, al tiempo que consultores económicos ven difícil cumplir con la meta de desequilibrio del 4,5% fijada para este año.
Después de conocerse el déficit primario de marzo, el cual trepó a un nivel de casi 75 mil millones de pesos, contra 18 mil millones de febrero, Guzmán y su gabinete buscan alternativas que impliquen recortar algunas partidas dentro del Presupuesto de este año para generar recursos que se orienten a cubrir las necesidades del gasto con las nuevas restricciones.
"El objetivo es minimizar los efectos sobre el déficit primario y también sobre la emisión monetaria. Las cuentas se están empezando a ordenar y hay que seguir trabajando en forma muy prolija", resaltó un funcionario del Palacio de Hacienda.
Martín Guzmán regresa de Europa, tras una gira que fue calificada como "positiva"
Dentro del gabinete económico admiten que las nuevas restricciones por la pandemia tiene por un lado el desafío de asumir un mayor gasto y por otro, un cierto impacto en el nivel de actividad, lo que significaría algún porcentaje menor de recaudación impositiva.
El problema es que el Banco Central ya reinició su tarea de asistir al Tesoro. En marzo fueron 135.000 millones de pesos, ya que el Gobierno sabe que al acceso al financiamiento en el mercado local está cada vez más limitado.
En el mercado y entre consultores privados va ganando la impresión de que el Gobierno no podrá cumplir con la meta de déficit fiscal para este año, la cual se ubicó en el 4,5 por ciento.
Es más, en algunas de las conversaciones que se mantuvieron con el FMI, desde la parte argentina se dejó entrever que el objetivo para este año era llegar a un nivel de desequilibrio fiscal algo menor a eso, en el orden del 4,3 o 4,2 por ciento.
Sin embargo, la incertidumbre que implica la pandemia hace difícil esa meta y tanto en el mercado como consultores privados coinciden en que Argentina tendrá este año un mínimo de déficit fiscal primario del 5,0 por ciento.
Por lo pronto, las cifras de marzo no fueron alentadoras. Si bien desde Economía se destacó que el déficit financiero del Estado, aquel en el que se computa el pago de los vencimientos de deuda, es el más bajo de los últimos seis años, en realidad se está pasando por alto que Argentina hizo una reestructuración y no está pagando a los acreedores privados.
Los números concretos dan cuenta que el déficit primario trepó en marzo a $74.466 millones, mientras que el resultado financiero llegó a un rojo de $117.061 millones.
Los resultados de las cuentas públicas
De acuerdo a la información del Ministerio de Economía, el primer trimestre arrojó un resultado financiero deficitario en $184.408 millones, equivalente al 0,5% del PBI.
"La comparación de los resultados fiscales tanto en ingresos como en gastos comienzan a verse afectados por una base de comparación que incluye el inicio de las medidas de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el año 2020" explicó el Ministerio.
En marzo los ingresos totales del Sector Público Nacional (SPN) ascendieron a $560.576 millones, que significó un incremento nominal interanual del 64,1%.
Por su parte, los gastos corrientes registraron una suba de 29,8% interanual, que asciende a alrededor de 44,3%, si se excluye el gasto COVID de la base 2020.
El ministerio explicó que los gastos obligados por la crisis sanitaria "implicaron pagos extraordinarios en marzo del 2020 que aumentan la base de comparación. Esto puede conducir a interpretaciones inexactas sobre el sendero real del gasto 2021".
En marzo los ingresos tributarios crecieron 98,0% interanual, suba que se explica por la baja base de comparación por el impacto negativo del ASPO en la recaudación 2020.
Por el lado de los gastos, Economía informó que los pagos de intereses crecieron $1.019 millones, un 2,4% más respecto a igual como resultado de la reestructuración de deuda y señaló que "en ausencia del acuerdo alcanzado con los bonistas, el incremento se hubiese situado en torno a los $24.000 millones".
Las transferencias corrientes se incrementaron en $53.328 millones (29,6% interanual) y 69,3% neto de gastos COVID en 2020.
Indica que las transferencias al sector privado subieron $60.695 millones, por las políticas sociales, los pagos a CAMMESA y el programa Plan Gas.
Las erogaciones por prestaciones de la seguridad social ascendieron a $247.060 millones (28,7%) y 30,0% correspondieron a gastos COVID en 2020).
Los gastos de consumo y operación aumentaron un 43,5% interanual y el 68,5% correspondió a las asistencias por COVID), asociado en su mayoría a la adquisición de vacunas, bajo el programa de Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles ($6.239,9 millones).
Economía señaló que el gasto de capital fue el principal impulsor del gasto primario, registrando una suba de $23.639 millones que significó un aumento del 142,4% interanual
Para la consultora LCG, "las nuevas restricciones y la consecuente asistencia ya anunciada desde la Anses para beneficarios de la AUH y monotributistas de las categorías más bajaas, implicarán gastos adicionales, que no estaban previstos en el Presupuesto".
Inmediatamente, el informe de LCG expresa que "sostenemos las proyecciones de un déficit primario del 4,5% del PBI, alineadas con el Presupuesto, aunque sujeto a que aparezcan nuevas medidas que puedan afectar esa meta".
Por otro lado, el trabajo de la consultora resalta un punto para tener en cuenta sobre el balance de las cuentas públicas de marzo, ya que advierte que "los giros a las provincias volvieron a recortarse en términos reales, un 26 por ciento, y en lo que va del año sufren un ajuste del 21 por ciento interanual".
LR