El nuevo billete de $ 500 entró en circulación esta semana, y comenzará a ser distribuido progresivamente en todo el país. Con la imagen del yaguareté elegida por el Banco Central, los flamantes billetes llegarán a tiempo para el pago de aguinaldos, y en el sistema bancario esperan que se alivie el circuito de abastecimiento de cajeros automáticos, en donde la extracción promedio es de $ 1.200 y unas nueve operaciones a lo largo del mes.
Esas son cifras que maneja Gustavo Valdemoros, gerente general de Red Link, la compañía dueña de siete de cada diez cajeros automáticos en la Argentina, que también explicó que “los bancos comenzaron la distribución el jueves, y el viernes (por ayer) llegaron los lotes de prueba”. Sin embargo, dependerá de cada banco cuántos de estos billetes cargará en cada una de las unidades. Los cajeros estándar cuentan con cuatro cartuchos que suman $ 800 mil en total.
La llegada de la moneda de mayor denominación “es una excelente noticia y cuando se complete la nueva línea de billetes, los usuarios del sistema van a tener más posibilidades, como solicitar cambio, algo que había quedado en el olvido”, detalló Valdemoros, en un acto donde anunció una inversión de US$ 12 millones en nuevas oficinas y un nuevo datacenter para posicionar la empresa como proveedora de servicios tecnológicos más allá de los cajeros.
También se espera la llegada del billete de $ 200 para octubre y el de $ 1.000, que se prepara para 2017, con las imágenes de la ballena franca austral y el hornero respectivamente.
“Prontamente también estaremos presentando el billete de $ 20, con la figura del guanaco, representante de la estepa patagónica. El de $ 50 con el cóndor, que representa a la región andina. En el billete de 100 estará la taruca, de la región noroeste”, aclaró el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, en la presentación oficial, donde aclaró que deben ser mirados en forma vertical.
La pérdida de valor de los billetes de $ 100 en los últimos años fue la razón por la que desde las entidades se reclamaban nuevas emisiones de mayor denominación, y se venían encontrando con la resistencia de la anterior administración, pese a que se habían hehco testeos. Todo el proceso, permitirá al sistema financiero reducir los gastos de transporte de caudales porque cada viaje representará una mayor cantidad de dinero, permitiendo reducir además la cantidad de viajes.
De la misma manera, ayudará a las tesorerías de los bancos a recuperar cierta normalidad en una tarea que se había tornado extenuante, al igual que la reparación de las terminales que no están preparadas para la demanda actual