“Este año la semilla de maíz va a ser una limitante para el crecimiento del cultivo”, aseguró en las últimas horas Juan Farinati, presidente & CEO Cono Sur de Bayer. Para el líder local de la multinacional alemana, en la medida en que el área de maíz viene creciendo en forma sostenida, se ve como la industria -en general- viene corriendo un poco atrás. "Eso hace que cada vez la industria arranque la campaña con menor inventario inicial, que es la semilla que no se vendió el año pasado”. Y en este sentido explicó que “normalmente el inventario inicial para la industria está entre el 25% y el 30%, pero este año es del 10%”.
A este menor stock de arranque, Farinati le agrega la fuerte demanda de los productores que se inclinan por hacer maíz de calidad. "Hay más demanda de semilla de alta tecnología que la que se puede abastecer”, aseguró en una recorrida con periodistas por la planta María Eugenia de semillas de maíz que la firma tiene en la localidad bonaerense de Rojas.
Todo a la digitalización y a la sustentabilidad
Bayer decidió el año pasado salir del negocio de soja en la Argentina y todo parece indicar que no tiene intenciones de volver. Al menos mientras la situación (de ausencia de Ley de Propiedad Intelectual para las Semillas) se mantenga. Aunque tampoco parece que cambiaría mucho su decisión de existir esa ley. Así lo expresó Farinati. "Hemos definido redireccionar nuestras inversiones en Digitalización y Sustentabilidad", explicó. Y aseguró que gran parte de esas inversiones se ven en María Eugenia.
Hoy por hoy, el negocio de semillas de maíz para Bayer es tan importante que se queda con casi la mitad de las operaciones de agro en el país. "Es muy relevante y ocupa entre el 45 y 50% de nuestro negocio de Crop Science. A nivel mundial la compañía es líder en semillas y en tecnología y la Planta María Eugenia es el site más relevante que tenemos de semilla de maíz a nivel mundial", aseguró.
En cuanto a la permanencia de la firma o a mayores inversiones, el CEO local disipó dudas y avanzó sobre los planes a futuro. "Estamos en la Argentina hace más de 100 años, hemos transitado muchas coyunturas. Venimos creciendo consistentemente. En este gobierno o con el anterior, siempre estuvimos apoyando al sector, invirtiendo y vamos avanzando en ese camino más allá del signo político con el que toque interactuar".
Respecto a la posibilidad de que haya avances con la Ley de Semillas y que esto haga cambiar de opinión a la empresa para volver con el negocio de soja al país, explicó: "El año pasado tomamos una decisión porque identificamos que podíamos generar más valor a partir de lo que se refiere al programa de Sustentabilidad y Digitalización, y no tanto al negocio de soja", dijo, sin desmerecer la importancia de la Ley. "Sería una excelente noticia para el sector, mas allá de que eso dispare una decisión de Bayer o no", argumentó.
María Eugenia: dónde todo comienza
Tendemos a pensar que la semilla que se vuelca en los cajones de las sembradoras es más o menos parecida. Luego de recorrer las instalaciones de la planta María Eugenia, es imposible mantener esa mirada. Finalmente se explica en vivo y en directo lo que implican los procesos de trazabilidad y en especial, cuánto rinde la digitalización. Además de lo que significa el trabajo que se realiza desde esta planta que -no se cansan de decir-, es motivo de orgullo para la compañía.
Tal vez un concepto sencillo para entenderlo sea el que explica Matías Marcantonio, Líder Producción de Semillas Cono Sur, que está a cargo de la planta. "La mitad de las semillas de maíz que se siembran en el país salen de María Eugenia", graficó.
Y aprovechó la visita para explicar distintas particularidades que la sitúan como la mayor planta de semillas de maíz de la marca en el mundo.
María Eugenia Cuenta con tres Centros de Inteligencia (CIO), el más reciente inaugurado en 2021, desde los cuales se monitorean todos los procesos de producción de planta y campo en tiempo real elevando la eficiencia en la gestión de los recursos y en la precisión en la toma de decisiones. “Los CIOs son una muestra clara de los beneficios de la agricultura digital pues a través de tecnología de vanguardia y del big data, se realiza el seguimiento de todas las etapas, procesando y combinando en forma eficiente los indicadores para lograr el máximo potencial, cuidando a la vez los recursos naturales”, expresó.
Otro ejemplo de la tecnología y equipamiento de avanzada es el Laboratorio Central que opera para toda la región y en el que se realizan, anualmente, entre setenta y ochenta mil testeos genéticos y fisiológicos a distintas muestras de semillas de maíz. A través del manejo de herramientas digitales, se miden los tiempos por testeo para garantizar la disponibilidad necesaria de los productos comerciales con los más altos estándares de calidad.
Además, en la planta se llevan adelante iniciativas de energías renovables para optimizar la eficiencia energética, y sistemas de riego sustentables monitoreados desde la planta para reducir el uso del agua.
Paralelamente, la firma puso en marcha el programa PROCarbono en los campos de producción de semillas para reducir la huella de carbono de sus actividades, contribuyendo a los objetivos de la compañía al 2030 de ser carbono neutro en sus operaciones.
Los hitos en María Eugenia son varios, pero tal vez uno es el que destaca en este proceso de "mejora continua" que se escucha desde el agro en estos días. Esta es la primer empresa semillera en contar con el 100% de las labores de su producción de semillas certificadas bajo el marco de la norma IRAM 14.130 de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
“Este es el camino concreto para garantizar la sustentabilidad en la actividad agrícola y es la muestra sobre cómo realizamos nuestras operaciones de forma segura, estandarizada y responsable, cuidando nuestro único planeta y a todos sus habitantes”, mencionó Marcantonio. Porque al final del día, lo cuenta es ser sustentable, aunque es imperioso poder demostrarlo.
