Sin lugar a dudas el jueves no fue el mejor día para el secretario de Finanzas, Hernán
Lorenzino. En medio de una fuerte crisis institucional por las reservas del Banco Central (BCRA),
el funcionario dijo "Lo que se hizo fue (...)
dar de baja la medida (el embargo) para que las partes lleguen a un acuerdo". Se
refería a las
cuentas
argentinas embargadas por el juez neoyorquino Thomas Griesa.
Apenas conocida la versión lanzada desde el Gobierno,
los mercados mostraron fuertes subas. Es que la noticia fue tomada con alivio.
Horas después los títulos públicos del mercado extrabursátil ganaron en promedio
un 1,7 por ciento , liderados por el 'Boden 14' en dólares con una mejora del 4,9
por ciento. En la bolsa,
el índice Merval subió el 1,83 por ciento, encabezado por los papeles del Banco
Patagonia , con un alza del 7,74 por ciento.
Lo negaron.
A pesar de las versiones que dejó correr
Lorenzino, el BCRA
salió
a desmentir la información oficial brindada por el Ministerio de Economía y ratificó que
las cuentas argentinas en “siguen congeladas” Estados Unidos.
Precisamente, el encargado de informarlo fue el ahora cuestionado presidente de la entidad, Martin
Redrado.
“Hay que ser muy cuidadosos con lo que dicen los funcionarios públicos, porque nuestros
argumentos pueden ser usados por la contraparte”, agregó el economista.
Malinterpretado. Una vez cerrados los mercados, desde Economía indicaron que, en
realidad, Lorenzino lo que quiso aclarar en diálogo con los periodistas era que la cuenta que
el Banco Central tiene en la Reserva Federal de los Estados Unidos estaría “operable”,
mientras se sustancie esta nueva etapa de negociación que abrió Griesa. Lo cierto es que
los mercados se mantienen a la expectativa debido al inesperado conflicto entre el
Gobierno y el BCRA.
Sin solución. Desde el preciso momento en que la presidenta
Cristina Kirchner creó el "Fondo del
Bicentenario" comenzó una fuerte
disputa con el máximo referente del Central.
Redrado se negó a abrir la cuenta para pagar deuda, por lo que
Cristina le pidió la renuncia, a lo que el
economista se negó. Luego
llegaría la disputa judicial y por último
el embargo de las cuentas por parte del juez
Griesa. La crisis aún no tiene solución y todo indica que seguiría del mismo modo.