En numerosos discursos la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha acusado al campo de "desabastecer y encarecer los precios de los alimentos", pero si se tienen en cuenta los números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), hay que concluir en que la Mandataria está mal informada. Es que para el organismo que digita el secretario de Comercio Guillermo Moreno, la inflación de mayo fue sólo de 0,6 por ciento. Se trata del estreno de la nueva metodología de cálculo implementada por el ente, que promete ser todavía más polémica (e irreal) que la anterior. De hecho, los propios técnicos del organismo indicaron que con la vieja metodología, la inflación de mayo hubiera estado cerca del 1 por ciento.
Lo concreto es que, oficialmente, la variación de precios al consumidor acumula un alza de 4 por ciento en los primeros cinco meses del año. El cálculo que midió la inflación del mes de mayo se realizó en base a un nuevo criterio de evaluación que redujo el análisis al comportamiento de 440 productos, cuando hasta abril se relevaban al menos 800.
Las curiosidades no terminan allí: el costo de los productos alimenticios para medir la indigencia y la pobreza registró en mayo sensibles bajas de 1% y 1,67% respectivamente.
En el comunicado, el Indec no indicó cuales son los productos que se incluyen en este estudio, aunque sí hizo referencia a la modificación de las zonas y el tipo de comercios en los que se recolectó la información.
Entre los cambios en la base de cálculo se destaca la mayor incidencia del rubro bienes en detrimentos de los servicios. Con esta nueva base el INDEC determinó que el rubro alimentos y bebidas aumentó sólo 0,1 por ciento en abril, pese a que tanto la presidenta, Cristina Fernández, como empresarios de distintos sectores reconocieron que "hubo movimientos de precios".
Para el organismo, la carne bajó 4,5 por ciento y comer en mayo resultó un 0,6 por ciento más barato que en abril. En contrapartida detectó subas de 2,1 por ciento en panificados, de 2,9 por ciento en frutas, de 3,1 por ciento en bebidas alcohólicas, y de 1,4 por ciento en lácteos y huevos. Si no fuera un tema de gravedad institucional, habría que concluir en que el paro del sector que produce los alimentos, en la Argentina tiene características antiinflacionarias...
Ahora los bienes representan el 62 por ciento de la muestra, mientras que antes significaban el 53 por ciento, mientras que los servicios pasaron del 47 al 38 por ciento.