Pocos años después de que el precio del petróleo cayera por debajo de los 0 dólares por barril, la polvorienta y sofocante Texas, en Estados Unidos, vuelve a ser una ciudad próspera. Sólo que esta vez el impulso viene de la mano de los operadores privados, en lugar de empresas que cotizan en bolsa.
Un mayor acceso al financiamiento y la fuerte demanda de petróleo crearon un camino para productores privados, la mayoría de los cuales está respaldado por capital privado o fortunas familiares, con lo que impulsan la producción en el oeste de Texas y el sureste de Nuevo México.
Hoy los hoteles en Texas están a plena capacidad y hay un 50% más de plataformas en los campos que rodean la ciudad de Midland que, tiene 140.000 habitantes, y todo gracias a los precios del crudo por encima de los 100 dólares por barril.
Quién es Tim Dunn: el multimillonario que invierte su ganancia en su iglesia
Timothy Marvin Dunn nació el 18 de diciembre de 1955. Es el director general de CrownQuest Operating, una empresa de petróleo y gas que cofundó en 1996. “Dunn es una persona influyente en la política de Texas, y es uno de los principales financiadores de varias causas y organizaciones políticamente conservadoras”, reza una descripción del empresario al que Forbes llama “el azote de Biden”.
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“El petróleo se va a poner más caro. Estamos llegando al final de donde podemos seguir aumentando la oferta”, lanzó el empresario recientemente al tratar de evaluar los mercados energéticos. Sin duda, un frío consuelo.
El hombre de 66 años, según Forbes, pasó toda su vida trabajando en los campos petroleros de Midland y sus alrededores. Desde finales de 2019, CrownRock LP, propietaria de los pozos operados por CrownQuest, duplicó su producción a 140.000 barriles por día, ocupando el duodécimo lugar entre las firmas petroleras estadounidenses de propiedad privada.
“Hace dos años, Wall Street nos decía: No los necesitamos, vamos a hacer que todo funcione con el sol, el viento, los renos y los unicornios”, se burló Lee Dunn, uno de los hijos de Tim que está en el negocio familiar. Lo cierto es que, la persistencia por parte de productores como Dunn triplicaron la producción de petróleo en Estados Unidos a 11 millones de barriles por día en solo una década.
“Hemos abierto un gran agujero en el déficit comercial y reducido los costos de energía para todo el mundo”, se jacta el empresario que, sin más ni menos, desafía al presidente de Estados Unidos Joe Biden.
Los productores petroleros: objetivos políticos
A medida que los precios del crudo se recuperaron, los productores de energía se convirtieron en objetivos políticos del Gobierno demócrata. El pasado mes de junio, Joe Biden dijo que las ganancias que obtenían las compañías petroleras en “tiempos de guerra” eran “inaceptables”. Al tiempo que la senadora Elizabeth Warren cocina un impuesto a los “beneficios caídos del cielo” o ganancias inesperadas.
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Al empresario petrolero ninguna de las dos cosas le parece bien. El negocio global de la energía está proyectado a registrar 4 billones de dólares en ganancias este año. Los jugadores individuales son “aceptadores de precios” que no disfrutan de márgenes tan altos como los de, por ejemplo, Microsoft o Apple.
A Dunn le cayó pésimo un reciente tuit de Biden en el que exigía que los dueños de las petroleras bajaran sus precios. Algo que resulta comprensible al observar que gracias al aumento del precio del petróleo, CrownRock probablemente obtendrá más de 1.500 millones de dólares, con ingresos que superan los US$ 3.500 millones de dólares en 2022.
Si la empresa del petrolero cotizara en bolsa, la operación tendrían un valor empresarial del orden de los US$ 8.300 millones de dólares. Después de contabilizar la deuda, la participación de aproximadamente el 20% de la familia Dunn ahora está alrededor de los 1,2 mil millones de dólares, el doble de lo que podría haber conseguido hace 18 meses.
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La demanda mundial de petróleo ahora es casi de 100 millones de barriles por día, y Dunn está decidido a producir la mayor cantidad posible de ese oro negro de los 90.000 acres de Pérmico que controla su compañía. Sin embargo, no es una tarea fácil, pues la industria lucha contra la escasez de la mano de obra, los cabello de fuerza y equipos de perforación. El empresario del petróleo seguirá invirtiendo sus ganancias inesperadas en su iglesia
Exactamente, cuánto durará el auge del petróleo esta vez es una incógnita. Frente a esa pregunta, Dunn no está preocupado y contestó con otra: “¿Cuándo no ha estado el mundo en transición energética?”.
Con información de Forbes US.