Rusia está bombardeando las ciudades ucranianas cercanas a la planta de energía nuclear más grande de Europa, la de Zaporiyia, a pesar de los llamados para que se detengan todos los combates alrededor de los reactores.
La planta "permanece ocupada y controlada por el ejército ruso. Dado que es imposible predecir las acciones de los invasores, la amenaza a la seguridad de la nuclear persiste", alertó días atrás la empresa estatal ucraniana Enegoatom.
El último ataque cayó sobre Nikopol, una ciudad que se encuentra a menos de 10 kms de la planta de energía nuclear de Zaporoyia, ante el miedo de que un error desencadene un incidente gravísimo como el ocurrido en Chernobyl hace 36 años.
Los temores sobre la planta están creciendo y Volodimir Zelensky advirtió que Rusia podría estar tramando "algo particularmente feo" en coincidencia con el Día de la Independencia de Ucrania, el próximo 24 de agosto.
"Todos debemos ser conscientes de que esta semana Rusia podría intentar hacer algo particularmente feo, algo particularmente vicioso", dijo Zelensky. "Todos los socios de Ucrania fueron informados sobre lo que el estado terrorista puede preparar para esta semana".
Los líderes de Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña pidieron el domingo "contención" militar alrededor de la central nuclear ucraniana ocupada por el ejército de Rusia desde marzo.
Fuera de control, la central nuclear más grande de Europa está cada vez más cerca de un accidente
Joe Biden y Emmanuel Macron, el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro británico Boris Johnson pidieron en una conversación telefónica sostenida el envío "rápido" al lugar de una misión de inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
Días antes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, había alertado que cualquier daño infligido a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia sería "un suicidio", después de que Rusia y Ucrania se acusaran mutuamente de bombardear la planta.
"Debemos decir las cosas como son: cualquier potencial daño a Zaporiyia sería un suicidio", declaró tras volver a pedir que se "desmilitarice" la central.
Cinco mil millones de personas podrían morir en una guerra nuclear moderna
Los efectos devastadores del incidente de Chernobyl persisten en nuestros días
El 26 de abril de 1986, la central nuclear de las afueras de Pripyat sufrió un accidente masivo en el que uno de los reactores se incendió y explotó, esparciendo material radiactivo a los alrededores.
El enclave formaba parte de la antigua URSS, a la que pertenecía Ucrania y el Kremlin trató de silenciar el suceso durante semanas.
Día y medio después del accidente se evacuó a la totalidad de la población de Pripyat, de 49.360 personas, pero durante las semanas y meses siguientes, en total se evacuaron a 67.000 personas más de zonas contaminadas y fueron desalojadas por orden del Gobierno de la URSS.
Finalmente, la OIEA estima que hasta 200.000 personas fueron reubicadas como consecuencia del accidente. Nunca pudieron regresar, dejando el antiguo sitio soviético como un pueblo fantasma radioactivo.
Tras el accidente, se decretó una zona de exclusión de 30 kilómetros de radio en el entorno de la planta, situada a unos 4 kilómetros de la ciudad de Prípyat, a 18 kilómetros de distancia de la ciudad de Chernobyl y a poco más de 17 kilómetros de la frontera de Bielorrusia.
La zona de exclusión, que cubre un área sustancial en Ucrania y parte de la frontera con Bielorrusia, permanecerá vigente durante las próximas generaciones, hasta que los niveles de radiación caigan a niveles lo suficientemente seguros. La región se denomina "zona muerta" debido a la extensa radiación que persiste.
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Sin embargo, la proliferación de vida silvestre en el área contradice esto y muchos argumentan que la región debería entregarse a los animales que se han establecido en el área, creando una reserva de vida silvestre radioactiva protegida.
El accidente generó explosiones que provocaron la voladura de la tapa del reactor 4 y del núcleo se liberaron grandes cantidades de material radiactivo a la atmósfera. La nube radiactiva se extendió a toda Europa y llegó a América del norte, según datos de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Según el número de muertos oficial reconocido internacionalmente, solo 31 personas murieron como resultado inmediato de Chernobyl, pero la ONU estima que solo 50 muertes pueden atribuirse directamente al desastre. En 2005, predijo que otras 4.000 morirían eventualmente como resultado de la exposición a la radiación.
El Centro Nacional de Investigación de Medicina de la Radiación (NRCRM) con sede en Kiev, que describió lo ocurrido en Chernobyl como el "desastre antropogénico más grande en la historia de la humanidad", estima que alrededor de 5 millones de ciudadanos de la antigua URSS, incluidos tres millones en Ucrania, sufrieron por el incidente, mientras que en Bielorrusia se registraron alrededor de 800.000 personas afectadas por la radiación.
Según cifras oficiales de enero de 2018, 1,8 millones de personas en Ucrania, incluidos 377.589 niños, tenían el estatus de ‘víctimas del desastre’, y se registró un rápido aumento en el número de personas con discapacidad entre esta población, superando los 110.000 en 2019. Hasta 2021, el pagaba pensiones especiales a casi 40.000 mujeres que se consideran viudas de hombres que sufrieron como resultado del accidente de Chernobyl.