Un funcionario de segunda línea del Gobierno que se reunió el jueves con Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y presidente de la UCR, fue al grano sin demasiado preámbulo.
“Propongan una ampliación de la tarifa social o una mejor financiación para los hogares, pero no pidan un mayor escalonamiento de los aumentos porque eso nos haría volver a foja cero. Tendríamos que hacer nuevas audiencias públicas, redefinir el plan de inversiones con los privados y diferir el cierre del capítulo judicial con las empresas que aún tienen reclamos en el Ciadi”, reconstruyó en diálogo con PERFIL, bajo reserva de nombre.
La primera línea del gobierno sabe que la crisis por las tarifas que se abrió en pleno veranito de abril fue motorizada por los viejos armadores del partido como Enrique “Coti” Nosiglia, Jesús Rodríguez (titular de la AGN) y Federico Storani, con el diputado Mario Negri como interlocutor del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Los operadores radicales se valieron de la tozudez e intransigencia política del ministro de Energía, Juan José Araguren, para canalizar sus pretensiones electorales.
A poco más de un año de las primarias, la UCR no quiere quedarse afuera del armado de Cambiemos para 2019. Aranguren fue funcional a esa intentona. La falta de gimnasia para entenderse con la UCR viene desde hace rato. La disputa pública y mediática con Jorge Leñaña, asesor histórico del radicalismo en temas energéticos, debe leerse en esa clave. Aranguren no sólo impulsa la privatización de Transener, la empresa que opera la red en alta tensión de electricidad que es presidida por Lapeña en representación del Estado, sino que también borró al ex secretario de Energía del nuevo directorio de la recientemente creada Integración Energética Argentina, la firma que reemplazó a Enarsa. Lapeña integraba la conducción de esa empresa, pero a principios de abril Aranguren definió un nuevo directorio ya sin el radical en sus filas.
“No costaba nada mantener a Lapeña como director pero Aranguren no se bancó que el radicalismo se opusiera públicamente a la venta de Transener”, admitió un funcionario de gobierno. Lapeña respondió con igual vehemencia. El Instituto de la Energía General Mosconi, que él preside, difundió a la prensa esta semana un informe explosivo en que advierte, por ejemplo, que los usuarios que más consumen pasarán a desembolsar $ 5.118 en la factura de agosto, en comparación con los $ 1.248 de febrero pasado. Un 310% más.
“La UCR le dio un fin utilitario al documento. En el fondo, no por una coincidencia técnica sino porque le permitió a Cornejo incrementar su poder de negociación con el macrismo”, admitió un radical que hoy ocupa un despacho en el Poder Ejecutivo.