Después de reducir turnos, la automotriz Fiat decidió suspender a 1.800 trabajadores en acuerdo con el sindicato en su planta de Córdoba, por la caída de la demanda de Brasil, hacia donde la empresa de origen italiano dirige el 80% de su producción. La suspensión alcanza al 60% de la planta y al sector de montaje. Los trabajadores suspendidos cobrarán el 75% de los salarios, en línea con los acuerdos que el sindicato Smata llevó adelante con otras empresas del sector. Según fuentes del mercado, la resolución de Fiat busca, por un lado, presionar para que se asegure el aumento del cupo para el sector que el ministro de Economía, Axel Kicillof, habría prometido en su reciente visita a Brasilia. En ese marco, según trascendió, el Gobierno también prometió reducir la deuda con las autopartistas, que está incluída en el stock de US$ 5 mil millones que le deben a las grandes empresas. El sector automotor representa aproximadamente la mitad de esa deuda y unos US$ 2 mil millones se deberían a Brasil. A través de la Adefa, la cámara que nuclea a la industria, se busca que a partir de junio el cupo mensual de divisas que libera el Banco Central para el rubro suba de los US$ 160 millones actuales a más de US$ 260 millones. Según las empresas, a menor compra desde Brasil, más rojo comercial en las empresas y por ende más necesidad de divisas por parte de las filiales argentinas para pagar autopartes.
