La economía argentina continúa enfrentando grandes desafíos, esta semana fue la creciente incertidumbre cambiaria y la suba del dólar blue a niveles históricos. Esto tiene un impacto directo en el consumo, especialmente en aquellos sectores que no tienen precios de referencia claros.
El escenario lleva a que los argentinos con capacidad de ahorro opten por tomar dos caminos: estoquearse en productos esenciales o adelantar las compras en previsión de una eventual devaluación.
La tensión cambiaria no afloja. Este martes la divisa que opera en el mercado informal escaló otra vez con fuerza hasta alcanzar casi los $500 pesos por dólar, luego fue bajando hasta ubicarse a en $495 para la venta y $490 para la compra.
La idiosincrasia argentina
El contexto actual de la economía generó una gran inestabilidad en el mercado, lo que se ha traducido en una serie de inconvenientes tanto para los consumidores y vendedores que buscan alternativas para protegerse de la suba desmedida de precios.
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Uno de los principales síntomas de esta situación es la ya conocida desaparición de las listas de precios, lo que agrega incertidumbre a los compradores. Muchas personas, al percibir que los precios van a aumentar entran a estoquearse, lo que a su vez genera escasez en algunos productos.
Eso, a su vez, lleva a muchos vendedores a ajustar sus precios en un 30% o 40% para poder mantener sus márgenes de ganancia y cubrir los costos adicionales que han surgido.
Este aumento en los precios puede generar un efecto dominó en la economía, ya que los consumidores con cada vez menos poder adquisitivo compran menos. Lo que puede llevar a una reducción en las ventas y en la producción, causando un impacto en la economía en general.
“En lo que va de esta semana, los aumentos han sido entre el 8% y el 15% de recambio en el listado de precios, pero todavía falta, no es inmediata la transferencia de los precios, así que la disparada del dólar se va a sentir en las próximas semanas. Sí hubo movimientos de precios. Esta situación afecta al trabajador argentino que, cobra en una moneda cada vez más devaluada”, comentó al respecto Damián di Pace, director de Focus Market.
La suba del dólar no es más que caída del valor del peso
“Toda suba del dólar es aceleración de la inflación. Se están demandando más dólares, porque no quieren pesos en los bolsillos. Ante una escalada de los precios, la gente se cubre demandando más activos denominados en moneda extranjera en contra de valor de activos locales”, explicó la economista Natalia Motyl en declaraciones a PERFIL.
“Se espera una inflación ya de 7,5% de piso para abril. El nivel de vida se termina corroyendo fuerte en cada corrida contra el peso como la que estamos atravesando hoy. En un escenario en el que nadie quiere peso, al que más afecta es al más vulnerable”, advirtió la economista.
Y agregó: “Los alimentos, como hay mayor demanda por caída del salario real, suben por encima de la inflación y esto afecta a los que tienen un mayor ratio de consumo con relación a su salario, o sea, los más pobres. Por lo que, los que se encuentran en el decil de ingresos más bajos son los que más se verán afectados y recordemos que el nivel de vida de un trabajador promedio se ha erosionado en 44% en los últimos diez años”.
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“Hoy, desafortunadamente, el impuesto inflacionario al que más le pega es al trabajador promedio”, concluyó Motyl.
Acomodamiento de precios relativos: el dólar se ajusta por inflación
“Lo que está pasando es un acomodamiento de los precios relativos, particularmente de los dólares alternativos. Desde comienzos de año hasta ahora, el MEP, por ejemplo está corriendo un 30%, en línea con el crecimiento más o menos de la inflación, y los tres dos están un poco pasados y corrigen por encima de 40%”, señaló a PERFIL Maximiliano Ramírez, ex subsecretario de Programación Macroeconómica.
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“Esto implica todo lo que estamos viendo esta semana, los precios relativos se están equiparando a lo que venían perdiendo contra la inflación; a esto hay que sumarle el run run político de las idas y vueltas del Gabinete económico que generó cierta incertidumbre que llevó a la gente a adelantar cobertura”, añadió.
¿En qué deriva esto?
“Esto implica que la inflación hacia adelante se va a acelerar porque muchos comerciantes que tienen que volver a comprar stock van a adelantar esa compra con un precio superior y eso va a elevar la suba de precios futura. Hoy ya estamos en un escalón de nominalidad del 7%”, se lamentó Ramírez.
“Los ingresos obviamente se van a ver resentidos porque la acomodación, ya que siempre vienen por detrás de lo que crece la inflación. Así como la canasta de las familias que también se verá afectada por el traslado de precios”, concluyó el exfuncionario.
LR
