El Gobierno pagó este viernes 15 de noviembre vencimientos de deuda que sumaron alrededor de 700 millones de dólares, según confirmó la Oficina de Crédito Público del Ministerio de Hacienda. Los pagos correspondieron a un vencimiento de Letras del Tesoro (LETES) por unos 400 millones de dólares y otro de Letras de Capitalización (Lecap), por otros 13 mil millones de pesos.
Las emisiones originales de las Letes que vencieron este viernes habían sido realizadas en abril, y los pagos se realizaron únicamente a las personas humanas, que no entraron en el reperfilamiento de deuda. Los inversores institucionales y corporativos, en tanto, sólo cobrarán el 15% de su tenencia original.
Antes del cambio de mandato presidencial el 10 de diciembre, a la administración de Mauricio Macri le restan cumplir pagos por 580 millones de dólares, y otro en pesos por 320 millones de pesos. El próximo vencimiento es el 28 de noviembre, cuando vence un pago en pesos de LECAP por 320 millones y un día después una LETE por 150 millones de dólares.
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Luego le sigue otro vencimiento el 3 de diciembre, cuando deberá hacer frente a un pago de Letras de Liquidez (LELINK) en dólares por 258,9 millones de dólares, y un día después opera el vencimiento de otro título similar, por 172,5 millones.
La nueva administración, del presidente electo Alberto Fernández, deberá afrontar apenas asuma —el 12 de diciembre— el pago de un vencimiento de LECAP por 313,8 millones de pesos y posteriormente, el 20 de diciembre uno de Letras del Tesoro por 150 millones de dólares, cerrando el cronograma de 2019.
Según consignó Bloomberg, los inversores se preguntan si el presidente electo cumplirá con el pago de la deuda de corto plazo en moneda local una vez que asuma el poder. El rendimiento de las Lecaps se ubica en torno al 40% para el 28 de noviembre, pero trepa a cerca del 100% para el vencimiento siguiente, del 12 de diciembre, dos días después de la asunción de Fernández.
Las letras se vieron afectadas por el reperfilamiento anunciado por el gobierno de Macri a fines de agosto, y luego, tras una amplia ventaja de Fernández sobre Macri en las elecciones primarias, el interés inversor por renovar los vencimientos de letras se derrumbó.
A.G./CP
