Para las jubilaciones, un trabajo de CIPPEC establece cinco principios para que un esquema de movilidad del sistema previsional tenga un índice que beneficie a los jubilados y dé previsibilidad al sistema.
“Los esquemas de movilidad de los haberes jubilatorios no deberían ser un instrumento para aumentar o reducir el gasto previsional, sino para proteger a las personas beneficiarias y agregar previsibilidad al sistema. En este sentido, el índice de movilidad de los haberes jubilatorios debería ser transparente en su composición y cálculo, garantizar el poder adquisitivo, reduciendo su volatilidad en contextos inflacionarios, y contar con una frecuencia de aumentos suficientemente alta para evitar deterioros significativos del poder adquisitivo de los beneficiarios”, indica este trabajo realizado por Rafael Rofman, investigador principal del Programa de Protección Social de CIPPEC.
Rofman recuerda que, desde la década del 60, hubo al menos siete esquemas de movilidad jubilatoria y destaca también que el actual Gobierno presentó el suyo ante el Congreso.
Pero indica que “estos esquemas rara vez cumplieron la que se supone es su función central: mantener el valor real de los beneficios”, según el informe.
Rofman indica que en los últimos 50 años se dictaron normas, que en su mayoría no se cumplieron, lo que generó “una compleja trama de contradicciones, superposiciones y vacíos legales que han convertido a este tema en una cuestión central”, según el documento.
“El problema se origina en las dificultades macroeconómicas que enfrenta Argentina hace décadas. La alta inflación, volatilidad de precios relativos (incluyendo salarios), crisis fiscales y una persistente fragmentación del sistema previsional han resultado en serias disputas políticas y una altísima litigiosidad, con cientos de miles de demandas por parte de beneficiarios y beneficiarias”, agrega.
Principios
Es así que en el documento, Rofman propone cinco principios para un esquema de movilidad previsional sustentable:
• Relevancia del índice: Los indicadores para actualizar ingresos de referencia deberían estar vinculados a valores salariales. En el caso de los beneficios, el objetivo principal es proteger la capacidad de consumo, con lo que parece razonable que se consideren los precios de los bienes y servicios que los beneficiarios necesitan adquirir y, eventualmente, algún indicador transparente de productividad.
• Transparencia y accesibilidad: Cualesquiera sean los índices que se utilicen, deben ser transparentes y accesibles. Los índices de precios al consumidor cumplen, normalmente, con estas condiciones.
El Gobierno decidió que haya cuatro aumentos anuales en las jubilaciones en lugar de dos
• Estrategia para compartir ganancias de productividad: El componente que busca compartir ganancias de productividad puede estar vinculado a salarios, recaudación o crecimiento de la economía.
• Frecuencia de las actualizaciones: Dada la historia de alta inflación en Argentina, es razonable buscar un mecanismo que permita actualizaciones frecuentes de los beneficios. Un mecanismo interesante de explorar sería una regla de periodicidad variable, en función del nivel de incremento de los índices.
• Visión de mediano y largo plazo: Si bien la preocupación por la sostenibilidad fiscal es importante y legítima, no es razonable esperar que la metodología de movilidad resuelva dificultades fiscales en el corto plazo. Esta problemática debe ser discutida y resuelta en el marco que corresponde; esto es, en la forma de cálculo de los haberes iniciales de jubilación y pensión para los distintos grupos de participantes en el sistema y sus mecanismos de financiamiento.