Si hay algo que caracteriza a la era K es que el discurso combativo contra los organismos de crédito internacional (llámese FMI, Club de Paris o holdouts) no se traduce a la realidad.
La gestión de los Kirchner es la que más plata les entregó y así y todo la deuda externa que en 2001 era de 144.222 millones de dólares hoy trepa a los 160 mil y hacia 2011 se prevee que ascienda a los 170 mil millones.
El tan mentando “desendeudamiento” favorece precisamente a los organismos financieros internacionales y a los países acreedores mientras se acumula una deuda con el Banco Central del orden de los 23 mil millones de dólares.
"Kirchner administró la deuda pateando para adelante los compromisos. El tiempo pasa y los intereses no dejan de correr, mucha gente se sorprende que ahora tengamos una deuda mucho más grande que 2001", señala el ex diputado Mario Cafiero, estudioso del crecimiento de la deuda externa argentina.
Para Cafiero, "ni Kirchner ni Lavagna se animaron a investigar la deuda antes de renegociarla". Según el ex legislador, existe una deuda ilegitima de larga data generada por la última dictadura militar, que nunca fue indagada de fondo. "Uno de los errores fue no hacer un arreglo que comprendiera a todos los acreedores. El problema de Kirchner es que se quedó a mitad de camino", agrega.
Según la consultora Finsoport, entre 2011 y 2017 vencen alrededor de 55.000 millones más (por capital e intereses). Si se incluyera el monto de deuda que Argentina tiene con los houldouts, la deuda crecería a unos 170.000 millones de dólares, es decir un 67 % del PBI.
¿Cómo es que a tres años de la reestructuración Argentina aparece con una deuda similar al momento del default?
"Hay varios factores. Mucha de esa deuda en el canje se colocó en papeles que estaban en moneda nacional. Eso implicó un crecimiento en dólares de la deuda que capitaliza intereses en otros cosas", añade el economista de Exante Aldo Abram.
Para Cafiero, en tanto, "el Banco Central hoy no tiene ningún tipo de posibilidades de prestarle al tesoro nacional para el pago a organismos financieros internacionales" ".
En junio de este año, Abram y Krause ya habían abordado la problemática del crecimiento de la deuda donde revela casi con premonición que "el gobierno de Cristina Fernández tiene que cancelar o renovar este año 8.500 millones de dólares de deuda, a los que se suman 6.100 millones de dólares de intereses, o sea un total de 14.600 millones".
Frente a la consulta de Perfil.com, Abram explica los números desde el llano. "Hay intereses que se van contabilizando pero se pagarán más adelante porque van para el crecimiento de la deuda". Y a propósito de los vencimientos que debe afrontar el país a futuro, el economista de Exante revela que "no son muy elevados" porque "el canje de deuda que le impusimos a los acreedores tasas de interés muy bajas con lo cual en el corto plazo los vencimientos no son tan altos".
Durante el gobierno de Kirchner se pagaron alrededor de diez mil millones de dólares al FMI mientras que durante el actual mandato de Cristina Fernández, en ocasión del Día de la Industria, la presidenta anunciaba el desembolso de unos 6.700 millones de dólares con reservas del BCRA a ese organismo de crédito formado por 19 países en un pago que todavía no se efectuó. En tanto, el capital a canjear a los holdouts es de 18.800 millones de dólares.
¿Dejó de tener deudas exorbitantes la Argentina? Cafiero sugiere un juego de palabras: "No nos desendeudamos, más bien nos endeudamos con el Banco Central" en calidad de prestamista para liquidar compromisos sin saldar como con el Club de París.
Sobre la relación con la Venezuela de Hugo Chávez, Aldo Abram ironiza. "Chávez va a estar muy complicado tratando de sobrevivir porque ha caído el precio del petróleo y supera largo el 30 por ciento y está a punto de enfrentar una crisis económica como para ayudar a otros países".