Las criptomonedas suelen ser percibidas como activos complejos, difíciles de entender. Si bien Argentina ocupa el segundo lugar en la región por volumen operado en transacciones, solo detrás de Brasil, y el puesto mundial 20 en adopción cripto, según dos relevamientos recientes de Chainalysis. Se estima, además, que casi dos de cada diez personas en el país tienen o tuvieron estos activos digitales, de acuerdo a diversos estudios locales. No obstante, en el imaginario de gran parte de los argentinos existen varios prejuicios que desalientan la operación con estos activos virtuales, la gran mayoría de ellos, alejados de la realidad. Estos preconceptos se erigen como barreras para que más personas se acerquen por primera vez a este nuevo mundo de las finanzas descentralizadas, que ofrece un potencial inconmensurable. Es en este contexto de desinformación y desconfianza donde la comunicación se convierte en una herramienta estratégica fundamental.
Uno de los pilares cruciales a trabajar es ofrecer a los usuarios información clave sobre la utilidad de las cripto, qué tipos de monedas existen y sus diferencias, las ventajas frente a los activos financieros tradicionales o cómo empezar a operar gradualmente, entre otros puntos básicos, para que se pierda el miedo y se pruebe de primera mano cómo funciona.
La gran proliferación de billeteras cripto y la llegada de más jugadores internacionales al país, en virtud del atractivo mercado local, requieren de una mayor diferenciación entre los jugadores, en un contexto donde no todos ofrecen las mismas garantías ni cumplen con las nuevas normativas. El registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV), impulsado en 2024 por la Comisión Nacional de Valores (CNV), ya cuenta con más de un centenar de inscriptos, lo que constituye un paso importante para dar un marco de protección a los usuarios locales.
Para lograr este posicionamiento es indispensable que construyan una narrativa sólida a través de la cual transmitir a los diferentes públicos los mensajes adecuados de la compañía en cada momento. Pero también es clave que esas palabras se verifiquen en los hechos concretos, en el día a día, en el accionar de las empresas. De este modo, se logrará generar confianza, un concepto clave para incorporar nuevos usuarios en un mercado donde el desconocimiento y el surgimiento de escasas pero resonantes estafas (representan apenas el 0,4% de las transacciones) generan prejuicios difíciles de desterrar.
*Gerente de Asuntos Corporativos - LLYC Argentina.