La inflación de septiembre fue del 6,2% y el Gobierno lo muestra como un triunfo de que estaría logrando desacelerar la suba de precios. Sin embargo, si se lograra repetir ese número en los meses que quedan evitaría los tres dígitos y orillaría el 99,5%; en caso de que sea al menos 6,4%, el 2022 cerrará con el 100%. En esa delgada frontera se mueve el equipo económico.
El IPC general mostró una pequeña desaceleración respecto al mes anterior y registró un acumulado del año de 66,1% y 83% de manera interanual.
Pero también comienza a preocupar no solo que no se pueda perforar el piso del seis por ciento sino que más rubros se posicionan por arriba del promedio, como son los casos de bebidas alcohólicas y tabaco con 9,4; y de bienes y servicios con 6,8.
Ambos se suman a los items que vienen traccionando el índice en los últimos meses como son el caso de alimentos y de prendas de vestir y calzado, que en el mes anterior registraron 6,7 y 10,6 respectivamente.
“Un elemento que ayudó a mostrar menor inflación fue el componente de tarifas, ya que debido a la demora de implementación del último ajuste anunciado, no se vio reflejado en los datos de este mes”, explicó a Perfil María Castiglioni, economista de la consultora C&T.
Sin embargo, la especialista advirtió que para el resto del año es muy difícil no aumentar las tarifas sería un problema desde el punto de vista de las cuentas fiscales y del acuerdo con el fmi. e implicaría más retraso tarifario, por lo tanto más suba de tarifa el año que viene con el compromiso de reducción de los subsidios según los tramos.
Para lo que queda del año, el oficialismo se mueve en una delgada línea. Para la consultora Ecolatina, con un piso del 6,4% para cada mes que resta del año se llegaría al 100%.
El dato del IPC se debería de ubicar por debajo de ese número para evitar llegar a los tres dígitos de inflación anual. De todas maneras se estaría muy cerca y prácticamente se terminará el año con un número muy alto y que se deberán redoblar esfuerzos de cara al 2023, año electoral.
Para el año que viene, según Castiglioni, lo que jugaría a la baja del IPC es que el gobierno pueda hacer un ajuste fiscal y que el BCRA pueda tener menos presión con la cantidad de dinero.“Hay un año electoral y ese escenario se pone complicado”, apuntó.
Por su parte, Santiago Manoukian, asesor económico de Ecolatina, expresó que en caso de terminar el año con un piso de 6% en diciembre, difícilmente se pueda comenzar el 2023 con un número cercano al 4% mensual, consistente con un 60% anual que espera el gobierno según detallaron en el presupuesto que el ministro de Economía, Sergio Massa, envió al Congreso.
“Pasar de un 6% mensual a un 4% en un contexto de indexación de la economía, de expectativas ancladas de falta de orientación y una coordinación de la expectativas a la baja, ante la falta fundamentalmente de un plan de estabilización procure desindexar a la economía que es lo que de alguna manera caracteriza a este proceso inflacionario y lo diferencia de otros, va ser muy difícil que con medidas graduales la inflación pueda perforar ese piso”, sostuvo a Perfil Manoukian.
Y agregó: “Es más que nada la tendencia que venimos viendo y la dificultad de perforar este piso, fundamentalmente por la inercia, por la indexación de la economía, donde muchas decisiones de fijación de precios se establecen mirando más el pasado que el futuro”.
Retomando el índice de precios al consumidor que difundió ayer el informe del Indec, el tomate redondo fue el alimento que más aumentó su precio en septiembre, con una suba del 46,5%, junto al de otras verduras y frutas, mientras que las menores alzas correspondieron a las carnes que no superaron el 4%.
La manteca fue el segundo mayor aumento con un alza del 23,9% y le siguieron la papa con 17,6%, cebollas 16,1%, las manzanas 12,8% y azúcar 13,4%.
