"Quiero justicia, quiero que vaya a la cárcel", dijo Nafissatou Diallo a la cadena ABC. Se trata de la empleada del hotel Sofitel de Nueva York que sufrió un presunto intento de violación de parte del director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, un escándalo que le costó caro: renunció al cargo y debió pagar un millón de dólares para salir de prisión.
"Quiero que sepa que hay lugares donde no puede usar su dinero, donde no puede usar el poder cuando hace algo así", agregó la mujer en una entrevista con la cadena estadounidense.
Mientras tanto, el fiscal distrital Cyrus Vance considera cerrar el caso por la dudosa credibilidad de la denunciante. Diallo reconoció que cometió "errores", pero confió en que el caso seguirá adelante. "Dios es mi testigo, estoy diciendo la verdad de mi corazón, Dios lo sabe", expresó en la entrevista una de las mujeres más buscadas por el periodismo luego del escándalo que terminó en la renuncia del francés a su cargo en el FMI.
La mucama, además, se mostró resentida por haber pasado a ser noticia. "Nunca quise estar en público, pero ahora no tengo opción, y tengo que decir la verdad", afirmó.
Diallo revivió el momento del presunto ataque de Strauss Kahn: "Me di vuelta e intentó agarrar mis pechos. Yo dije 'pare, pare, no quiero perder mi trabajo'", relató. También aseguró que no sabía quién era el agresor, y que cuando lo descubrió pensó que sería asesinada.