El salvataje financiero de 700 mil millones de dólares no surtió los efectos que el mundo esperaba. Al contrario de lo imaginado, no fue la panacea para curar la crisis de confianza que azota los mercados desde hace un año, pero que brotó en la epidermis bursátil tras la quiebra de Lehman Brothers. En lo inmediato no funcionó y es por ello que la semana número 41 del 2008 será recordada como una de las más negras en la historia financiera internacional desde el crack de 1929.
El lunes bien temprano la esperanza de los mercados se fue a pique tras los cierres negativos en Asia y Europa donde los mercados cayeron un 5% promedio y Moscú debió cerrar sus operaciones tras un descenso del 15%. Con el correr de las horas, se vivía la peor jornada en 20 años con Wall Street en rojo y Brasil obligado a parar las operaciones por unas horas. El Merval local cayo un casi un 6%.
El martes el pulso de los mercados no cambió. En Nueva York, el Dow Jones se desplomó un 5,08%, al igual que los otros índices; Europa acusó una alta volatilidad y luego de un inicio negro, la mayoría pudo remontar y cerrar con una leve suba. En Buenos Aires, el Merval no logró levantar y concluyó su jornada 2,72% abajo. La nota más lúgubre del día la dio un hombre en Estados Unidos que, desesperado por la crisis financiera, asesinó a toda su familia y después se suicidó.
El FMI lanzó un pronóstico lapidario el día miércoles: recesión para las potencias y enfriamiento de la economía para los países emergentes. Las Bolsas del mundo bajaron, los Bancos Centrales rebajaron tasas de interes, y el Central argentino salió a frenar el dólares, que igual subió a $3,24. Fue un miércoles negro, para no varias con la tonalidad monocromática de los días anteriores.
Ayer, jueves, los índices bursátiles mantuvieron la tendencia y siguieron por el piso. A pesar de un buen comienzo que parecía dejar atrás los malos desempeños de días anteriores, pero sólo fue eso: un buen comienzo. Las plazas mundiales cayeron por cuarto día seguido debido a una ola de pánico que borró de un plumazo la expectativa de las primeras horas del día. Fue otro día negro.
Hoy, como durante toda la semana, Asia ha servido de prólogo de lo que parece será otra jornada para el olvido en los mercados bursátiles internacionales. Tokio cayó un 9,62%, su peor desempeño desde 1987 y las bolsas europeas abrieron mal posicionadas con bajas sostenidas. Wall Street cae entre un 2 y un 3% y el Bovespa brasilero debió suspende, otra vez, sus operaciones; de mantenerse la tendencia, los mercados cerraran en negativo, en la semana más negra desde 1930.