Ya en octubre de 2002, en Página 12, una nota firmada por Maximiliano Montenegro informaba que: “Las multinacionales más poderosas que operan en el país, están siendo investigadas por la AFIP por maniobras multimillonarias de evasión tributaria. El escándalo envuelve al llamado club de las cerealeras, un selecto grupo de comercializadoras internacionales de cereales que monopolizan las exportaciones de granos y soja argentinas……Son un puñado de compañías, entre las que se destacan Bunge, Cargill, Dreyfus, Alfred Toepfer y Nidera……El organismo recaudador detectó operaciones de triangulación de exportaciones de tres de dichas multinacionales con el objetivo de evadir al fisco”….. El titular de la AFIP, y el jefe de la Aduana, comisionaron a 20 especialistas tributarios y aduaneros con un único objetivo: poner la lupa sobre las maniobras de triangulación de exportaciones, con escalas en paraísos fiscales previas al destino final….”
Y en julio de 2008, en plena lucha por la famosa Resolución 125, en una nota del diario La Nación, podía leerse: “El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), anunció hoy que se iniciará una investigación sobre una posible “triangulación” en la exportación de soja y denunció que existen “irregularidades” acerca de la producción y la comercialización de ese producto. Durante su exposición en el plenario de las comisiones de Agricultura y Presupuesto del Senado, el funcionario adelantó “el inicio de procesos de investigación” sobre la posible “triangulación” de la exportación de soja. ….. Tenemos el dato de que Mónaco es uno de los principales destinos de facturación de nuestra soja”, dijo y remarcó que “el universo a investigar es de unas once millones de toneladas”. Señaló que “el 90 por ciento de la exportación de oleaginosas está concentrado en siete exportadores”, indicó que “en materia de triangulación hay dos exportadores -a los que no identificó- que realizan el 94 por ciento de las exportaciones totales”.