En nueve meses, la balanza comercial acumuló US$ 7.142 millones, unos US$ 3.064 millones menos que entre enero y septiembre de 2012 y se alejó de la meta de US$ 10 mil millones que había puesto el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y que estimó también el Presupuesto.
Los empresarios cercanos al funcionario ya estiman que “podrá ser un poco menos, alrededor de los U$S 9.500 millones”, como señaló el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich. Pero para esa meta también debería sumar al menos unos US$ 750 millones en cada uno de los tres meses restantes, cuando el año pasado, de octubre a diciembre, el saldo comercial sumó unos US$ 2 mil millones.
Por el lado de las exportaciones, entre enero y septiembre las ventas al mundo crecieron 4% y acumularon US$ 63 mil millones. Para el resto del año, se sumó la mala noticia de los nuevos aranceles de la Unión Europea al biodiesel y la investigación por dumping y subsidios que dilatarán las ventas y obligará a las empresas a buscar mercados alternativos mientras resuelve la Organización Mundial de Comercio (OMC). Mientras tanto, pone en riesgo exportaciones por al menos US$ 2 mil millones por año por lo que la Cancillería anticipó que iniciará acciones por la medida de Bruselas.
Del otro lado, “no hay más margen para recortar importaciones”, según aseguró, desde la Cámara de Importadores, Miguel Ponce, que instó a “desdramatizar la obtención del superávit comercial”. “Se debería privilegiar el empleo y la producción para no afectar a industrias –muchas pymes– exportadoras a las que no le llegaron en tiempo y forma los insumos”, remarcó Ponce.
En el mediano plazo, en el entorno de Moreno, estimaron que habrá otras ‘normalizaciones’ como el fin de las declaraciones juradas de importación, algo que el secretario advirtió a los empresarios que asisten a su escuelita en varias oportunidades. “Las DJAI son algo transitorio”, advirtió Moreno. El fin de esa medida –no contemplada por las reglas de la OMC– no implicaría dejar de administrar el comercio exterior sino que sería otro paso para allanar el camino hacia los mercados voluntarios de deuda.