Pedro Sánchez, presidente de España, repitió hasta el cansancio, durante su intervención en el Foro de Davos, la labor de su país contra los “beneficios caídos del cielo” e ironizó con el desequilibrio que, bajo su mirada; “la mayoría de políticos y economistas” aplican a los distintos sectores económicos a la hora de tolerar o no intervenciones públicas.
“No sé por qué se puede intervenir el sector financiero y no el energético”, afirmó Sánchez durante su intervención en la cita mundial más importante de negocios y alta política, donde, según la prensa española, el mandatario es recibido como un líder “business friendly”.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), después de su intervención central, participó de una mesa redonda que se centró en la crisis energética, otro de los asuntos más discutidos en la cita de Ginebra. Allí, el presidente se mostró impaciente con sus socios europeos, que frenan hace meses la profunda reforma del mercado eléctrico y que Madrid impulsa con algunos pocos aliados que enfrentan la oposición de Alemania.
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En ese momento, Sánchez tuvo un álgido debate con Frans Timmermans, segundo al mando de la Comisión Europea, quien alabó la apuesta de España para la transformación energética, pero se descolocó con la pregunta del mandatario español. “¿Por qué no se cobran impuestos por los beneficios de las compañías energéticas?”, lanzó Sánchez. “Tenemos que obligarles, sobre todo a las petroleras”, agregó.
Sánchez y los "beneficios caídos del cielo"
“España fue uno de los primeros países que intervino el tema de los beneficios caídos del cielo”, o como se llama en Argentina, la renta inesperada. “Por eso, señor Timmermans, ¿por qué es tan difícil intervenir el mercado eléctrico europeo? En España llevamos 12 meses planteándolo. ¿Por qué es tan difícil con el mercado eléctrico, pero sí intervenimos cuando funcional mal el sistema financiero?”, insistió Sánchez.
El vicepresidente de la Comisión Europea se defendió: “Las empresas energéticas se están embolsando enormes beneficios mientras la gente sufre. Eso no es natural. Debemos reformar el mercado, pero hemos tardado 30 años en construirlo. No podemos dañarlo con decisiones precipitadas. La Comisión está preparando propuestas para el próximo Consejo Europeo”.
Al final de la mesa redonda, tanto Sánchez, como Timmermans y otros líderes presentes coincidieron. “Si no se hace algo rápido con esos beneficios caídos del cielo y los ciudadanos no ven que los gobiernos trabajan para que la crisis energética no afecte a los más débiles, será imposible implicar a los ciudadanos en la transición verde y fracasará”.
El representante de la Comisión Europea animó a otros Estados la zona Euro a que actúen contra los beneficios extraordinarios del sector energético.
SE LM CP