ECONOMIA
PARA RESUCITAR VACA MUERTA

Petrodiplomacia: Macri mostró en EE.UU. promesas de baja de costos

El Gobierno exhibe que YPF abarató de US$ 11 a 8 millones el valor de perforación de los pozos. Quieren reducirlo más para atraer capitales.

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EL ETERNO SUEÑO. El yacimiento no convencional de Neuquén que Cambiemos quiere hacer realidad. | CEDOC PERFIL
La diplomacia petrolera –definida de apuro en los últimos días– que desplegó el presidente Mauricio Macri en su visita oficial a Donald Trump evidenció un cambio sustancial en la retórica oficial del Gobierno para captar inversores en Estados Unidos. Con un almuerzo en Houston con 200 ejecutivos de la industria hidrocarburífera y recorridas por las planta de Tenaris en Bay City y de la petroquímica Dow en Freeport, la agenda del Presidente se vistió de petrolera.

Bien a tono con el cambio de mando en la Casa Blanca, con un Trump que redujo la centralidad de las energías renovables y ningunea el cambio climático, no hubo una sola mención por parte de Macri del potencial de las energías renovables en la Argentina. La zanahoria para los inversores fue Vaca Muerta, el yacimiento no convencional de petróleo y gas que requiere enormes inversiones para alcanzar una etapa de explotación comercial.

Durante la visita de Barack Obama en marzo del año pasado, el desarrollo de las fuentes energéticas alternativas ocupó un lugar prioritario en la agenda entre ambos países. Noah Mamet, ex embajador norteamericano en Buenos Aires, incluso sigue viajando a la Argentina para promocionar ese negocio. Pero para la Casa Blanca, ese abordaje ya es pasado. La administración de Trump, que designó como secretario de Estado a Rex Tillerson, ex titular de ExxonMobil, la petrolera privada más grande del planeta, plantea un regreso al manual tradicional de negocios, donde el petróleo juega un papel protagónico. 

Al menos en cuanto al rearmado de la diplomacia energética con Washington, la gira de Macri por el norte pareció darle algo de razón a José Luis Sureda, ex secretario de Hidrocarburos, que renunció hace dos semanas argumentando la dificultad de desarrollar con la misma intensidad los recursos de Vaca Muerta con las energías verdes. El silencio de Macri sobre estas últimas en EE.UU. interpreta esa complejidad. 

Durante su almuerzo con empresarios petroleros en el hotel The Houstonian,  el mandatario argentino prometió una fuerte baja de los costos de explotación en Vaca Muerta a partir de la reforma laboral con foco en la mejora de la productividad que firmó en enero con el sindicato petrolero. Guillermo Pereyra, líder de ese gremio, lo avaló desde la mesa principal.

Ahorro. En despachos oficiales aseguran que el nuevo convenio colectivo de trabajo –cuya aplicación aún es incierta por la negativa de las bases petroleras a favorecer su instrumentación– redundará en una baja del 25% de los costos en los yacimientos no convencionales de Neuquén. Pero, en realidad, el recorte será mucho más modesto. Las petroleras se ilusionan, en el mejor de los casos, con alcanzar una reducción del 8%. De ser así, YPF, que lleva invertidos más de US$ 8 mil millones en Vaca Muerta, podría ajustar de 8,2 a 7,5 millones de dólares el costo promedio de un pozo en el shale de la cuenca neuquina. En base a mejoras logísticas y de eficiencia, la petrolera bajo control estatal logró un recorte del 50% en el costo de perforación y completación de pozos en Vaca Muerta, que hace 18 meses costaban más de US$ 11 millones. 
 
Para acentuar esa mejora de la competitividad, Macri adelantó a sus interlocutores petroleros que esta semana se publicará una resolución para disminuir los aranceles de importación de equipos usados de perforación como los cientos que permanecen ociosos en Texas por la baja del precio del crudo. La tasa impositiva bajará del 35% al 7% y favorecerá a empresas de servicios como Halliburton, Baker, H&P y Schlumberger, la mayoría de origen norteamericano.