AGENCIAS
La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York hizo lugar ayer a presentaciones realizadas por Argentina y por el Citibank en contra de la decisión del juez Thomas Griesa de habilitar el pago a tenedores reestructurados “por única vez” de los títulos emitidos bajo legislación nacional, y convocó a las partes a una audiencia para el 18 de septiembre.
La Corte de Apelaciones aceptó así el pedido del gobierno nacional y del Citibank Argentina, de “agilizar” las apelaciones presentadas en referencia a la orden emitida el 28 de julio por el juez de Nueva York, en la que autorizó a la entidad bancaria a efectuar el pago a tenedores reestructurados con títulos bajo ley argentina “por única vez”. El objetivo de las presentaciones es que el tribunal de apelaciones trate la decisión del juez Griesa “antes de que interfiera con la transferencia de los pagos de intereses programados con vencimiento del 30 de septiembre”, explicó en su presentación el abogado representante de Argentina, Carmine Boccuzzi, en la presentación realizada ante la Corte el 6 de agosto pasado, según informó Télam.
La Corte del Segundo Circuito aceptó así la solicitud de “consolidar” las presentaciones formuladas de manera separada por Argentina y el Citibank, como las fechas de presentaciones planteadas, y convocó a las partes a una presentación de argumentos orales para el 18 de septiembre en horario aún a confirmar. Nicolás Dujovne, director de Dujovne y Asociados, dijo a PERFIL que “se trata de una buena noticia para la Argentina porque podría ayudar a demarcar la situación de los bonos en dólares con legislación local, pero no significa un cambio en la cuestión de fondo sobre los bonos reestructurados con legislación norteamericana y continúa el riesgo de que se acelere el pago de la deuda”.
Los bonistas europeos presentaron una apelación en contra de la orden del juez Griesa de bloquear la plata depositada por Argentina en las cuentas del Bank of New York Mellon (BoNY), para pagar a los tenedores de bonos reestructurados.
Horas antes, NML Elliot, el fondo del magnate Paul Singer, había confirmado el fracaso de la negociación con bancos privados para que las entidades compraran los bonos de deuda defaulteada en 2001 que tienen en su poder los holdouts con fallos firmes que ordenan a la Argentina pagarles a los fondos buitre al menos unos US$ 1.500 millones. Las negociaciones apuntaban a que bancos privados compraran el juicio a los litigantes. Eran JP Morgan, Citibank, Deutsche Bank y HSBC, cuya sede local fue allanada llamativamente la semana pasada.