El tercer pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que arrancará durante la segunda semana de agosto será el último, según adelantó el lunes el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Pero aún no hay definiciones de qué pasará luego de ese mes.
“Eso está en análisis, no hay precisiones sobre qué va a pasar después del IFE 3”, responden desde distintas áreas del gobierno cuando se consulta cerca de cuál será el destino del bono de ayuda de $10.000 que puso en marcha a fines de marzo para atenuar el impacto económico del aislamiento obligatorio, y que alcanza a un universo de 9 millones de argentinos, como desocupados, trabajadores informales, beneficiarios de planes sociales, entre otros, e implicó una erogación presupuestaria de $270.000 millones.
Este viernes se terminará de abonar la segunda ronda del IFE, y se espera aún conocer el calendario de pagos del tercer tramo, que comenzaría en la segunda semana de agosto según anticipó la titular de Anses, Fernanda Raverta durante el fin de semana.
Y será en las mismas condiciones que las otras dos anteriores etapas, es decir que abarcará a todo el país, con independencia de si la ciudad donde residen está con cuarentena estricta o con distanciamiento. Fue la concesión que hizo el jueves pasado el presidente Alberto Fernández ante el reclamo de los gobernadores.
El gobierno adelantó que pagará el tercer IFE en agosto y será el último
"El IFE tuvo un impacto muy potente. Logramos que el Estado llegue a 9 millones de personas, con realidades muy distintas y diferentes impactos. En los sectores de más bajos recursos evitó que cayeran en la pobreza y en la indigencia", sostuvo. Y el funcionario acotó que "esto lo tenemos que ir complementando con inversión pública y generación de empleo, que viene con la reactivación económica”, subrayó.
Por su parte, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, aunque dijo que el IFE “no tiene fecha de vencimiento”, planteó que “hay que ir calibrándolo” porque “el financiamiento tiene un límite”, y consideró que “deberíamos ir mutando de estas transferencias directas a un plan de gastos públicos más vinculado con obras y plan de trabajos”.
"El IFE evita que entre 2,2 y 2,8 millones de personas caigan en la pobreza y que entre 1,8 y 3,1 millones caigan en la indigencia”, puntualizó
Ante este panorama, la funcionaria admitió que “tenemos que ver que pasa con las familias, si las personas no pueden salir a trabajar y no pueden completar su ingreso, el Estad tiene que estar para ayudar; si pueden salir parcialmente, una parte del ingreso la generan y otra no, habría que calibrar”,
Del IFE al salario universal, un escenario posible
En este contexto, la gran pregunta es ¿qué ocurrirá luego de agosto con el IFE?
Una de las opciones que se evalúa es la que impulsa el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, de reconvertir el IFE en un ingreso universal o renta básica que abarcaría a unas 3 millones de personas en situación de mayor vulnerabilidad para dar batalla la contra la crítica situación económica y el nivel de pobreza en la etapa post pandemia del coronavirus.
La idea que promueve Arroyo, es que ese beneficio se pague durante varios años y se perciba en paralelo con la Asignación Universal por Hijo (AUH) que hoy es de $3.102, aunque aún no precisó cuál podría ser el monto.
Fuentes de la cartera de Desarrollo comentaron a PERFIL que “la forma del ingreso está en debate: aún resta definir si será universal o de base”.
“Pero la gente que comenzó a recibir asistencia en el marco de la pandemia tendrá muchas dificultades, por eso es importante tener un ingreso de base para el camino de salida. El objetivo es reconstruir la movilidad social ascendente. Ese ingreso debe estar vinculado al mundo del trabajo y tener asociación con los niveles de fiscalidad posible. No se puede entender el problema social argentino sin vincular trabajo, ingresos y acceso a servicios”, explicaron.
Arroyo participó el lunes de una videoconferencia organizada por la Universidad de Lanús, e indicó que antes de la pandemia de coronavirus 8 millones de personas recibían asistencia alimentaria y remarcó que esa cifra ahora se elevó a 11 millones”.
En ese marco, el ministro aseguró que “no hay manera de ponerle un piso a la caída social y empezar a reconstruir si no generamos una renta básica”.
“El universo de asistencia del Estado es 9 millones de personas que cobran el IFE, 580.000 personas que cobran planes sociales (que significa la mitad del salario mínimo) y 4 millones de chicos cuyos padres cobran AUH. Sobre ese universo hay que pensar el mecanismo de la renta básica, que deberá tener etapas que están ligadas a las posibilidades fiscales”, señaló.
El funcionario sostuvo que "está claro que el día uno no va a ser universal pero es construir un proceso, un camino; reconvertir el IFE y los planes sociales en un mecanismo que establezca un criterio para llegar realmente a un ingreso de base que este muy asociado al trabajo y la capacitación".