El CEO de OpenAI, Sam Altman, está en el centro de todas las miradas tras el acuerdo que cerró este viernes con el presidente Javier Milei en conjunto con Sur Energy. El empresario comunicó su satisfacción en un video que compartió por redes sociales y reconoció que este será el primer gran proyecto de su empresa en la región.
Según Forbes, Altman en 2005 abandonó Stanford para fundar la compañía de cartografía social Loopt, que fue vendida en 2012 por 43 millones de dólares, luego utilizó los ingresos para sembrar su propio fondo de riesgo.
OpenAI y Sur Energy anuncian inversión de hasta u$s 25.000 millones en inteligencia artificial
Al retomar su camino con las empresas de tecnología, se convirtió en socio en el acelerador de startups Y Combinator, para luego desempeñarse como presidente de YC entre el 2014 y el 2019. En ese último año, Altman deja YC para convertirse en CEO de OpenAI, que actualmente está valuada en 80 mil millones de dólares, aunque tuvo un impás en el medio ya que fue despedido brevemente y recontratado en 2023.

En Forbes se detalla que Altman no tiene capital en OpenAI y que en su lugar debe su riqueza a sus inversiones, incluidas las participaciones en Stripe, Reddit y la empresa de fusión nuclear Helion.
La rivalidad de Altman con Elon Musk
La relación entre Sam Altman y Elon Musk comenzó como una sociedad visionaria y terminó en una de las disputas más simbólicas del mundo tecnológico. Ambos compartían la ambición de crear una inteligencia artificial segura y abierta, pero con el paso del tiempo sus visiones se bifurcaron. Musk optó por una estrategia más cerrada y vinculada a sus propios proyectos empresariales, mientras que Altman impulsó un modelo colaborativo que convirtió a OpenAI en un fenómeno global. Esa diferencia de enfoque fue el punto de quiebre que transformó la cooperación en competencia directa.
Elon Musk vs. Sam Altman: superclásico de magnates
El enfrentamiento no se limitó a cuestiones ideológicas: también se tradujo en una pulseada empresarial. Musk, con compañías como X (antes Twitter), Tesla y Neuralink, vio cómo las innovaciones de OpenAI comenzaban a disputar espacios de influencia en ámbitos clave como la automatización, la comunicación y la robótica. Altman, lejos de replegarse, aceleró el desarrollo de nuevos productos y modelos de IA, consolidando un liderazgo que ya no dependía del respaldo de su antiguo socio.

En este nuevo escenario, Altman parece decidido a construir un ecosistema propio que rivalice con el de Musk. Su estrategia combina el avance tecnológico con una narrativa de apertura y democratización del conocimiento, lo que lo ha convertido en una figura tan admirada como polémica.
Valoración de OpenAI se dispara a US$500.000M y supera a SpaceX de Musk
Esta tensión entre ambos magnates resume la batalla por el futuro de la inteligencia artificial: de un lado, el control corporativo y la integración vertical que propone Musk; del otro, la expansión libre y el acceso masivo que impulsa Altman. Detrás de la disputa personal hay una cuestión más profunda: quién definirá las reglas del nuevo orden tecnológico global.
El acuerdo de OpenAI, Sur Energy y Argentina
El director ejecutivo de OpenAI y creador de ChatGPT, Sam Altman, realizó un comunicado este viernes por la mañana en el que se refirió al acuerdo alcanzado por la compañía en Argentina, en alianza con Sur Energy, en la que invertirán unos 25.000 millones de dólares para construir un mega data center en la Patagonia.
En el video, Altman resaltó el potencial del proyecto, elogió al presidente Javier Milei y mencionó a Mat Travizano, el empresario argentino que fundó Sur Energy, quien estuvo al frente del proyecto y falleció hace un mes y medio en un accidente de montañismo en California, Estados Unidos.
OpenAI y Sur Energy anuncian inversión de hasta u$s 25.000 millones en inteligencia artificial
Por último, los objetivos a conseguir, según explicó en el video, son brindar un “gran impulso a la infraestructura de inteligencia artificial del país, creando una base para nuevas capacidades, desde servicios públicos más inteligentes hasta herramientas que ayuden a las pequeñas empresas a competir a nivel global. Refuerza la importancia de un ecosistema de inteligencia artificial fuerte y diverso”.
GZ CP