Se percibe en la atmósfera del sector energético una ansiedad que anticipa la llegada de una nueva apertura empresarial que cambiará el mapa de jugadores del negocio. Distintos vectores traccionan simultáneamente en la misma dirección. La decisión del ministro de Energía, Juan José Aranguren, de desinvertir en los activos energéticos que no considera estratégicos es uno de ellos. También el proceso de ventas de algunas compañías líderes, como Metrogas, la mayor distribuidora de gas del país, y Shell, segundo en el negocio de refinación de combustibles, que seguramente hacia el final de 2018 habrán cambiado de dueño. Incluso YPF, la mayor petrolera de la Argentina, prevé desprenderse este año de una buena cantidad de yacimientos secundarios y maduros. En la jerga de los empresarios, se avecinan oportunidades y mejor estar preparados. Por eso, no es extraño que PeCom, nave insignia del grupo Perez Companc, que supo ser el mayor holding de energía del país, se esté rearmando para ingresar nuevamente en ese negocio.
La empresa está interesada en adquirir la participación del Estado en Transener, la compañía eléctrica que prácticamente monopoliza la transmisión en alta tensión de electricidad en todo el país. Directivos de PeCom ya mantuvieron reuniones con funcionarios de primera línea del Gobierno y con ejecutivos de Enarsa, la empresa pública que formalmente está a cargo del proceso de venta del 50% del Estado en Citilec, firma controlante de Transener. Enarsa está finalizando el proceso de valuación de la compañía eléctrica antes de lanzar la subasta de venta. Se estima que el proceso comenzará en los próximos dos o tres meses.
Recorrido. La historia de PeCom y Transener no es nueva. Al contrario: el holding fundado por Gregorio Perez Companc ingresó en la compañía eléctrica en 1993, en el marco de la privatización y fusión de Segba con otras empresas del sector eléctrico, como Agua y Energía e Hidronor, que dio origen a Transener. Durante los diez años que estuvo al frente de la empresa (en 2003 vendió su participación a Petrobras) consolidó un managment unificado de esos activos y se concentró en la expansión de la red eléctrica, que hoy cubre casi 9 mil km de líneas de alta tensión. De concretarse la operación, algo que hoy aún es prematuro, pasaría a ser socio de Pampa Energía, el grupo de Marcelo Mindlin, que posee el otro 50% de Citilec.
Además del grupo Perez Companc, que hoy es liderado por Luis, uno de los herederos de Gregorio Perez Companc, se espera la participación de otras empresas locales y también se prevé la participación de jugadoras internacionales. Una de las interesadas es la china State Grid, la mayor compañía eléctrica del planeta, que mantuvo contactos con funcionarios argentinos para interiorizarse de la iniciativa.
Van por más. Perez Companc aspira también a retomar la presencia en otros negocios del área energética. Es que la energía es uno de los tres ejes en los que el grupo apoyará su crecimiento a futuro, junto con alimentos y la agroindustria. El primer paso de esa estrategia fue el relanzamiento de PeCom como una empresa de servicios petroleros a partir de la compra de los activos de la sueca Skanska, en julio de 2015. Casi tres años después, PeCom se posicionó como uno de los mayores proveedores de servicios para operadoras hidrocarburíferas como YPF y Pan American Energy (PAE).
El siguiente paso de Perez Companc –accionista mayoritario de Molinos Río de la Plata, Molinos Agro, Bodegas Nieto Senetiner y Conuar, entre otros activos– es desembarcar también en el negocio de generación eléctrica. El holding tiene especial interés en las licitaciones de venta de las centrales termoeléctricas que son propiedad de Enarsa. La compañía estatal venderá las usinas térmicas Ensenada de Barragán y Brigadier López (Santa Fe). Son dos centrales de mediana envergadura que ofrecen posibilidades de ampliación. La licitación de las plantas se concretará en el segundo semestre de 2018.
