Con una inversión de US$ 35 millones, aportados por un grupo encabezado por Newsan que lidera el empresario Rubén Cherñajovski, el próximo 17 de octubre será reinaugurada la planta de SIAM, a la vera del Riachuelo, en Avellaneda. La oportunidad del Día de la Lealtad calza a la perfección con la raíz metalúrgica de SIAM, sigla de lo que fue una anacrónica Sociedad Industrial de Amasadoras Mecánicas, que luego de quedar en los 50 en la órbita de la familia Di Tella terminó por conformar un ícono de la industria nacional y de la innovación.
Desde hace diez años que la fábrica, cuando quebró, quedó bajo la órbita de la provincia de Buenos Aires y una cooperativa de trabajadores –Cooperativa Julián Moreno– que aún hoy produce, con cien empleados, algunos electrodomésticos con matricería, modelos y recursos anticuados.
Cherñajovski y un grupo de socios decidió comprar los créditos de la quiebra en unos $ 30 millones y logró su transferencia de manos de la provincia, con el propósito de instalar una fábrica de electrodomésticos de la línea blanca. Comenzarán con heladeras de todas las gamas –12 modelos– y luego sumarán otras líneas de montaje, hasta llegar a cinco, para elaborar cocinas, lavavajillas, freezers y lavarropas.
Newsan ya tiene una planta de electrodomésticos pequeños, además de las operaciones en Ushuaia, donde fabrica electrónicos de marcas como Noblex, Philco, JVC, Pioneer. En la línea de cocina y de planchas, es propietaria de ATMA, otra marca de emblemático pasado entre consumidores de la Argentina.
Una vez que se hicieron de los derechos de la quiebra, y obviamente de la emblemática marca SIAM, Newsan decidió escindir las operaciones en una nueva compañía bajo su control –Plisar–, a cuyo frente quedó como CEO Diego García Villanueva, quien ya antes manejaba el grupo industrial.
Luego, se adquirió una línea de montaje de heladeras a Fagor, del grupo industrial cooperativo vasco Mondragón, que estaba relocalizando su fábrica de Italia hacia Polonia. Se importó y se la ha readecuado para la producción local. En los próximos días se realizarán las pruebas de la línea, que tiene la particularidad de elaborar desde la inyección de plásticos para los interiores hasta el doblado y estampado de chapas en el mismo proceso.
“Lo más importante es que se está poniendo en marcha una fábrica para la producción local, con una enorme participación de proveedores nacionales. La integración local es en promedio del 60%”, indicó García Villanueva a PERFIL.
El proyecto final, con que se ilustra esta página, consta de cinco pisos para producción –por el momento será sólo uno– y un parque logístico de 28 mil metros cuadrados. El potencial es de 190 mil metros en el predio histórico de SIAM. Hace un año aproximadamente que comenzaron una campaña de marca, en la que llevan gastados unos US$ 2 millones para reinstalar la marca, de forma tal de ir comunicando que de SIAM se quedarán con la trayectoria, pero con productos modernos y de avanzada.