La incertidumbre política dentro del Frente de Todos permitió que sectores del peronismo comenzaran a conformar espacios técnicos para poner en la cancha premisas de unidad, a donde confluyan los proyectos de una propuesta electoral futura. En un terreno que suele ser incómodo para el oficialismo, un think tank de exfuncionarios económicos reclamó poner en marcha una reforma tributaria que busque “dar respuesta a la informalidad (laboral y tributaria) y a la falta de inclusión financiera de los sectores populares”. La movida nació con intenciones de superar las fricciones internas, pero activó un malestar en un sector del equipo de Sergio Massa.
El flamante Centro de Asuntos Fiscales (CAF) está encabezado por el exsecretario de Política Tributaria, Roberto Arias, funcionario durante la gestión de Martín Guzmán en Economía. Desde allí pretende saltear la grieta, tanto en el frente oficialista como hacia afuera, con propuestas fiscales y tributarias. En la primera fila de la presentación formal estuvo el exministro Matías Kulfas, un crítico del kirchnerismo. También lo acompañó el secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal, Jorge Neme, un tucumano que responde a las órdenes del exjefe de Gabinete Juan Manzur y que está bajo la órbita de Massa.
El objetivo transversal pareció alcanzarse, porque la lista fue extensa, tanto presencial como virtual. Segùn pudo saber este medio, había funcionarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y de provincias como Formosa, Jujuy, La Rioja, Santa Cruz. Se destacó la participación del ministro de Economía de Cordóba, Osvaldo Giordano, un excolaborador de Domingo Cavallo y que hoy reporta al gobernador Juan Schiaretti, quien "celebró la iniciativa". También dieron el presente Jorge Colina, director ejecutivo de IDESA, quien fue muy crítico de la gestión de Guzmán; Marcos Makón, un referente tributario; y Migual Fernandez Pastor, un experto en seguridad social, muy ligado al kirchnerismo.
Arias suele tener contacto con Guzmán. De hecho, si bien no estuvo en la cita, sí participaron varios exfuncionarios que integraron su equipo. El exministro volvió a quedar en el centro de los reproches ante las renovadas críticas que la vicepresidenta Cristina Kirchner lanzó a la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En los pasillos, Massa también le dedicó reproches por la herencia
Un puente entre gobierno, sector privado y academia
“Nos dedicamos a la investigación y al diseño de políticas y herramientas en materia fiscal y tributaria. Buscamos la promoción del diálogo entre los gobiernos, el sector privado y la academia para lograr un sistema tributario eficaz como pilar de una sociedad más justa y próspera”, sostuvo Arias. De hecho, ya existe en la web del centro de estudios (www.asuntosfiscales.ar) “una propuesta de reforma del sistema tributario argentino que busca dar respuesta a la informalidad (laboral y tributaria) y a la falta de inclusión financiera de los sectores populares".
También, hay un “análisis de los desafíos y oportunidades que presentan las nuevas tecnologías de pago para promover una mayor formalidad”. “En el caso de la economía digital, esta necesidad de actualización es clara, ya que la prestación de servicios y la venta de bienes utilizando herramientas tecnológicas crea nuevas realidades”, reclamó el think tank.
Los armadores de la movida fiscal y tributaria se sienten con mayor libertad de plantear, ahora fuera de la función, las posibilidades de superar la grieta, que obliga a cambiar los planes de mediano y largo plazo ante planteos ideológicos o necesidades urgentes. Por caso, el cobro de bienes personales basado en las grandes fortunas, que implementó el gobierno de Alberto Fernández, respondió a un contraste político con Cambiemos, que había reducido el peso impositivo sobre los sectores de mayores ingresos. Por un lado, respondió a los reclamos políticos; y, por el otro, a la necesidad de reunir ingresos, afectados por la pandemia, según confesaron los actores de ese entonces, consultados por PERFIL.
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“La cuestión política es muy incierta, ya que todavía no están armados los principales frentes ni las candidaturas, con lo cual apuntamos a algunos temas en donde hay mayor consenso. Por eso tratamos de dar visibilidad a esos puntos para que permanezcan y que la polarización política no se transforme en una polarización tributaria”, admitieron integrantes del nuevo espacio.
El enojo de Sergio Massa
Este medio también recogió el malestar que disparó el armado filo-oficialista en el entorno de Sergio Massa. Sucede que su presentación social surgió en medio del estallido de la inflación de febrero, que tocó el 6,6%, y ante las remarcaciones que prometen mantener caliente marzo. Además, con las críticas de un sector del kirchnerismo a la renegociación del acuerdo con el FMI que el propio Guzmán había hecho hace poco más de un año. En el quinto piso del Palacio de Hacienda consideran que el nuevo acuerdo que acaban de cerrar “es lo mejor que se pudo hacer con la herencia recibida” por la gestión del exministro.
Fuentes del entorno más cercano de Massa señalaron que si bien “el equipo actual que se ocupa de los temas tributarios, entiende que es bueno que existan voces variadas del tema tributario”. Y aclararon: “Nos gustaría que se hubiesen ocupado de otra manera, más profesional, para evitar el festival de importaciones que avalaron desde Economía, o de negociar el acuerdo con Estados Unidos antes”. El dardo apuntó a la falta de acciones para evitar las medidas cautelares de la Justicia, de modo de frenar el ingreso de productos terminados; y al intercambio de información con el gobierno estadounidense para cruzar datos por evasión impositiva.
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Así, el massismo fustigó el “aporte” que el sector del guzmanismo realizó en las últimas horas. Allí se coló el malestar que existe con Guzmán, pero también con Kulfas, dos exministros que respondía a Alberto Fernández, pero que dejaron la administración pública debido a sus enfrentamientos con el kirchnerismo, pero que luego fueron acusados por Massa de haber “gestionado mal”.
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