Varios empresarios que irán el miércoles a Río Gallegos a la convocatoria de la presidenta Cristina Kirchner para el “diálogo social” tienen temor a terminar respaldando la adjudicación de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic al grupo Electroingeniería, en medio de denuncias e impugnaciones por irregularidades. Pero saben que además pueden terminar ofreciendo un "colchón de institucionalidad" a cuestionados hombres del entorno empresario presidencial, como Lázaro Báez, de Austral Construcciones, también invitado al acto. "Si Báez sale en la foto, es porque se coló", dispara Carlos de la Vega, presidente de la Cámara de Comercio. "Yo no tengo miedo a nada y voy porque es una convocatoria de la Presidencia de la Nación", explica Méndez, tampoco cómodo con la posiblidad que quedar retratado donde no quiere. "Pero me toca este presente griego, qué va a hacer", dice.
