ECONOMIA
Canje de deuda

Tras la euforia por la nueva propuesta, las negociaciones siguen difíciles

Según operadores del mercado local "las negociaciones siguen en un terreno complicado, especialmente con algunos de los fondos más importantes".

Martín Guzmán 20200623
Martín Guzmán dialogó con los empresarios reunidos en el Council of Americas. | Crédito: Ministerio de Economía

Después de la euforia que se vivió en el mercado el último lunes, tras conocerse la nueva propuesta del Gobierno a los acreedores, donde se les reconoce unos 53 centavos por cada dólar de los nuevos bonos que integrarán el canje, operadores de la plaza local estiman que las negociaciones "siguen difíciles" para el gabinete económico y ponen dudas acerca de si se podrá llegar al nivel óptimo de adhesión a la iniciativa.

Precisamente, sobre este último punto, operadores del mercado local comentaron a PERFIL que más allá de la mejora significativa que representa la nueva propuesta -la cual ya fue elevada a la Comisión de Valores de EE.UU- el panorama que se maneja en la plaza es que "las negociaciones siguen en un terreno complicado, especialmente con algunos de los fondos más importantes".

La referencia es al fondo BlackRock, el cual maneja inversiones de algunos funcionarios de Estados Unidos, y que la Argentina representa desde hace tiempo un país que no genera confianza hacia delante.

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"Para muchos inversores de Wall Street, la Argentina es un mal recuerdo y un presente muy poco placentero", subrayó un importante broker local, con fuerte contactos en Wall Street.

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Si bien el Gobierno tiene un gran respaldo del FMI, ratificado incluso ayer con declaraciones de su vocero, Gerry Rice, mostrando apoyo a la nueva propuesta, los operadores consideran que a nivel "político" es donde Argentina quizás ya no tenga esa cuota de apoyo tan marcada por parte de la Casa Blanca.

"El coqueteo que se ha hecho con China y el tema Venezuela, son aspectos que para la cúpula de Washington tienen peso a la hora de resolver respaldos o asumir una postura prescindente", remarcó el mismo operador.

Para demostrar que este última etapa en las negociaciones por la reestructuración de la deuda va a ser "amarga", otro broker local citó, como ejemplo, la decisión de la Justicia de Nueva York de ordenar a la Argentina a pagar 224 millones de dólares a dos holdouts por bonos que cayeron en default en el 2001.

La determinación la tomó la jueza del segundo distrito sur de Nueva York, Loretta Preska, la magistrada que vino a reemplazar al fallecido Thomas Griesa, que tuvo a cargo el juicio de los fondos buitres contra la Argentina.

En el mercado comentan que Preska tiene características de magistrada más inflexible que el que evidenciaba Griesa en su momento.

Pero estos no son los únicos aspectos que muestran el desafío que tiene por delante el ministro de Economía, Martín Guzmán, y sus principales asesores para lograr una adhesión óptima al nuevo canje presentado.

Vale recordar que a comienzos de la semana, el ministro Guzmán se refirió en Telefé a los acreedores que necesita el país para que avancen las negociaciones. "Para que nosotros podamos avanzar con traer a quienes entren, tienen que entrar por lo menos la mitad" de los acreedores, dijo. 

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El ministro detalló que "todo el proceso anterior fue de negociaciones. Hubo una oferta inicial que en algún sentido fue un baño de realidad de lo que estaba pasando en la Argentina. Estas han sido negociaciones duras. Al principio la distancia era enorme y las demandas que recibíamos eran imposibles de sostener. Se estableció un proceso de negociación, las partes se han ido acercando y con algunos estamos de acuerdo pero con otros acreedores aún no", aceptó.

Según los operadores del mercado muchos acreedores del exterior tienen cada vez mayores incertidumbres sobre el grado de cumplimiento que pueda tener Argentina a partir del próximo año debido a las dramáticas consecuencias económicas que está dejando la pandemia.

"En el exterior ven que en abril el Gobierno les decía que más no se podía pagar, que el país no tenía plata y que recién dentro de tres años podía empezar a cumplir con algo, y ahora ven que se les quiere pagar unos 10.000 millones de dólares más, como es el costo de la nueva propuesta. La diferencia entre un planteo y otro es lo que despierta gran incertidumbre, más que ahora la situación de caída económica y sus efectos hacia delante son devastadores, con lo cual la desconfianza sigue siendo muy alta", agregó el mismo operador de la city porteña.

MC