Tras la debacle por la derrota electoral y la pelea entre el presidente Alberto Fernández y la vice, Cristina Fernández de Kirchner que finalizó con un “forzado” recambio del gabinete, el Gobierno está ultimando los detalles del “Plan Recuperación”, que será anunciado mañana y el cual contempla diversas medidas que buscan darle más aire al consumo de la población y apuntalar la actividad económica de cara a los comicios del 14 de noviembre.
En primer término habrá un aumento para los jubilados con un bono especial, que sería por una cifra superior a los 5.000 pesos, el cual se pagaría sin falta en este mes.
Esa asignación también se le otorgará a los pensionados y a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, conformando un primer punto de asistencia social adicional al reajuste trimestral establecido por ley.
El segundo aspecto trascendente del “Plan Recuperación” es un fuerte aumento del sueldo mínimo vital y móvil que se concretará mañana cuando se reúna precisamente el Consejo del Salario.
Se adelanta el Consejo del Salario para el martes 21
El tercer aspecto es la implementación en los próximos días de una nueva versión del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), tal como ocurrió el año pasado en plena pandemia, orientado especialmente en este caso a los cuentapropistas, trabajadores informales y monotributistas de las categorías A y B.
Según admitieron fuentes de Gobierno, en principio la asignación considerablemente sería superior a los 10.000 pesos por persona que se distribuyeron en 2020.
Un cuarto aspecto que se está definiendo por estas horas es la implementación de un reintegro especial a los consumos con tarjeta de crédito y de débito, con dos objetivos concretos: incentivar el consumo y mejorar la recaudación fiscal vía mayor formalización.
Paralelamente, se implementará un aumento en el piso de tributación del impuesto a las Ganancias para las personas y se ampliarán las deducciones especiales.
Otro aspecto importante que contempla el plan es una ampliación de las líneas de créditos subsidiadas por el Estado destinados a diversos sectores productivos, especialmente pymes, y también para la compra y consumo de distintos productos fabricados en el país.
El paquete de medidas económicas que quedó postergado por la ola de renuncias
Por estas horas y teniendo en cuenta los “ánimos caldeados” que se siguen viviendo dentro del Gobierno, nadie quiere hablar de costo fiscal, hasta tal punto, que esos dos términos empiezan a ser malas palabras dentro del nuevo gabinete.
Algunos analistas económicos estiman que el costo de estas medidas económicas para que oficialismo pueda recuperar votos con miras a las elecciones del 14 de noviembre será entre 0,5 a 0,8 por ciento del PBI.
En números concretos esto representa de 200 a 300 mil millones de pesos, lo cual implicará un notable aumento de la emisión monetaria, que impactaría de lleno en la inflación a partir del próximo verano.
Algunas opiniones
Frente a la situación política y las medidas que adoptará el Gobierno, Diana Mondino, catedrática de la Universidad CEMA, anticipó que “la economía argentina atraviesa un momento de extrema fragilidad.
"Indudablemente todo tipo de crisis agrega incertidumbre, aquí y en cualquier parte del mundo, porque todas las decisiones se van a tomar tomar en un contexto que no sabemos cómo va a resultar", señaló.
Consideró que el futuro de la economía "dependerá de si se toma un camino de austeridad, que no parece ser el caso".
"El problema es que el presupuesto presentado proyecta un déficit muy grande para las condiciones de incertidumbre fiscal que tenemos, con un porcentaje respecto del PIB muy elevado, aún sin considerar el déficit del propio BCRA", advirtió.
Dijo que el Gobierno "no tuvo ninguna propuesta antes de las PASO, y ninguna contemplación con la situación de la gente, y ahora reclaman para poder ganar, que hay que gastar más poniendo en peligro a la economía y llevarla a un nivel de inflación más alto".
Advirtió que "semejante déficit financiado con una mayor emisión nos lleva de cabeza a mayor inflación". Y concluyó que falta un plan que plantee "mejorar los servicios a la gente vinculados con la educación, la salud, que está en una situación muy difícil de resolver y no se observa que haya una dedicación a mejorar los problemas".
Por su parte, el analista financiero Gabriel Caamaño recalcó que la situación actual "no se resuelve poniéndole más plata en el bolsillo a la gente, sino teniendo un programa económico".
Estiman que cumplir con los pedidos de Cristina costaría 550 mil millones hasta fin de año
Consideró que la coalición de gobierno está "lastimada" tras la derrota electoral en las PASO y eso complica a la economía. Caamaño, director de la consultora Ledesma, dijo que la discusión en el gobierno es "si se va a ser más o menos expansivo en el gasto, y eso no resuelve nada". Indicó que "esa discusión pasa por como hacemos para ganar las elecciones y no piensa en el ordenamiento de la economía".
"Esta coalición no tiene capacidad en la situación actual de recomponer la economía, porque no tuvo intención de hacerlo en estos dos años, pero no por la pandemia, sino porque la gestión realizada está en su génesis", señaló. Consideró que "resta ver si el gobierno en el futuro buscará romper lo menos posible la economía, o si se juega a todo o nada, como en el 2015, para ganar las elecciones del 2023".
LR