ECONOMIA
Rareza histórica

Un polaco creó el museo de la "hiperinflación" y con una presencia estelar de Argentina

En 1981, para hacer frente a una inflación que crecía un 1% diario y la desvalorización absoluta del resto de los billetes, el Banco Central resolvió lanzar uno de los papeles de mayor denominación de todos los tiempos en el mundo.

billetes de 1 millón de pesos
Argentina tuvo una vez billetes de 1 millón de pesos | CEDOC

Motivado por la fascinante historia del dinero, un ciudadano polaco creo el Museo de la Hiperinflación con el fin de que las nuevas generaciones puedan conocer los períodos más crudos que han sufrido algunos estados. Entre los ejemplos aparece Argentina que, al día de hoy se acerca al 100% de inflación anual, pero vivió muchos períodos de disparada de precios en el último medio siglo.

“Hace unos 28 años, viví en primera persona una de esas crisis monetarias: en mi país, Polonia, muchas décadas de opresión y de penuria económica culminaron en un episodio de hiperinflación que hizo que los precios al consumo se dispararan un 600% en cuestión de meses. Quería enseñar a mis hijos los billetes de esa época, ahora sin valor, como una especie de elemento didáctico. Esto me llevó a buscar otros ejemplos de billetes hiperinflacionarios, algunos muy conocidos y otros muy desconocidos”, cuenta el hombre en su página web. 

“Cabe señalar que la mayoría de estos billetes tienen poco interés para los coleccionistas serios: en numismática, la escasez lo es todo, y el dinero impreso en grandes cantidades no tiene mucho atractivo, salvo como recuerdo o regalo de broma”, explica. 

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Lo más extraño es que las monedas también parecen tener poco interés para los economistas. Uno esperaría que el estudio de la hiperinflación fuera una de las piedras angulares de la política monetaria, pero la mayoría de las fuentes citan solo un puñado de episodios bien conocidos: Hungría, la República de Weimar, Venezuela, Zimbabue, y apenas hay trabajos que evalúen sistemáticamente las causas y la incidencia de tales acontecimientos a lo largo de los años.

“La hiperinflación y la agitación social van de la mano; los episodios que se asocian a menudo con el ascenso o la caída de regímenes autoritarios y con la guerra civil; los sistemas comunistas y socialistas representan aproximadamente la mitad del total, pero las dictaduras de derechas también tienen una presencia importante”, explica el creador del Museo. 

Billetes e Inflación 20221027

“En general, se pueden identificar claramente varios grupos principales: las consecuencias del colapso de la URSS son, con mucho, las más importantes, ya que privaron a docenas de economías ya moribundas de sus mercados libres de competencia del bloque oriental y las expusieron a las realidades del libre comercio. El período previo y posterior a la Segunda Guerra Mundial constituye otro grupo, quizá más importante pero también mucho más pequeño. Y en las últimas décadas, las desordenadas políticas fiscales y las luchas civiles en Sudamérica y África pasan a dominar la lista”, agregó. 

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¿Por qué aparece Argentina en el Museo?

En 1981 y, para hacer frente a una inflación que crecía un 1% diario y la desvalorización absoluta del resto de los billetes, el Banco Central resolvió lanzar uno de los papeles de mayor denominación de todos los tiempos en el mundo. 

El billete, que entonces equivalía de 89 dólares estadounidenses, fue una medida extrema tomada por el gobierno militar y destinada a luchar contra una hiperinflación galopante: por esos días, el índice inflacionario crecía un 1% diario, un golpe letal a la siempre maltrecha economía argentina.

Billetes e Inflación 20221027

El enorme billete llegó después del necesario lanzamiento de los billetes de 100.000 y 500.000 pesos, en su momento, el de mayor denominación, otras de las medidas desesperadas que tomó la Junta Militar para proteger a los «Pesos Ley 18188» de las garras de la inflación. 

“Mi primer botín, ahora perfectamente enmarcado en la pared, incluía un billete de 1 millón de dracmas (Grecia, 1944); 10 quintillones pengő (Hungría, 1946); 500 millones de Krajina dinara (Croacia, 1993); 100 billones de dólares (Zimbabue, 2008); 2 billones de marcos (Alemania, 1923); 50.000 millones de dinara yugoslavos (Yugoslavia, 1993); 1 millón de pesos argentinos (Argentina, 1982); 2 millones de złotych (Polonia postsoviética, 1992); 5 millones de zaïres (Zaire, 1992); y 1 millón de intis (Perú, 1990)”, explica el experto en hiperinflación. 

Motivado por lo que fue su primer “botín”, el curioso coleccionista sostiene: “A pesar de estar bastante satisfecho con esta exhibición, me picó la curiosidad y, tras pasar un poco más de tiempo en eBay y en otros rincones de Internet, encontré otros ejemplos de monedas que se unieron al "club del millón”.

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¿Qué opina sobre el contexto actual?

“¿Significa esto que la hiperinflación es probable en Estados Unidos o en la eurozona hoy en día? En mi opinión, probablemente no; hay numerosas consideraciones, incluida la estructura de nuestra deuda externa, que la convierten en una preocupación relativamente lejana”, señaló. 

“Pero la posibilidad de una inflación significativa no desbocada, junto con la perspectiva de otros vientos en contra de la economía, merece ser tenida en cuenta en cualquier plan financiero, y ese es uno de los temas principales de mi nuevo libro”, concluyó. 

 

SE/ff