Tras un nuevo reclamo por la histórica demora en la entrega de títulos universitarios, el suplemento Educación entrevistó a Paulo Falcón, responsable del área que, entre otras acciones, se encarga de la intervención de diplomas y certificados analíticos de egresados de instituciones universitarias argentinas. El Director profundizó sobre el nuevo sistema informático SIDCER que empezó a implementarse el año pasado.
“Se trata de un procedimiento que evita que las certificaciones tengan un traslado físico a Buenos Aires desde las instituciones universitarias”, resumió Falcón, para luego agregar que “el sistema anterior solo certificaba firmas sin control alguno sobre cumplimientos académicos y reglamentarios, en cambio, el nuevo procedimiento incorpora seguridad tanto en la certificación del recorrido académico como en la transparencia”.
¿En qué consiste el nuevo sistema de validación de títulos y desde cuándo está en plena vigencia?
En febrero del año pasado se aprobó el nuevo procedimiento para esa intervención de diplomas y certificados que es totalmente digitalizado, y está en práctica desde septiembre, ya que se otorgó un tiempo a las universidades para que se adecuen al sistema informático SIDCER. Este sistema evita que las certificaciones tengan un traslado físico a Buenos Aires y elimina el paso posterior por el Ministerio del Interior, generando un enorme ahorro de instancias y recursos en relación al procedimiento anterior.
Esta iniciativa se generó a partir de tomar nota del enorme tiempo que tenía el proceso de expedición de diplomas, cuyo promedio era aproximadamente de dos años en 2016 en todo el sistema universitario, debiendo aclarar que en ese promedio hay universidades que expiden sus diplomas en meses y otras en años.
A pesar de la implementación de este sistema, graduados universitarios reclaman que la certificación de títulos no parece haberse agilizado. ¿Cómo responde a la solicitada que presentaron recientemente los alumnos de la Universidad Nacional de La Plata?
El nuevo procedimiento cuenta con tres etapas. La primera es relativa a la carga de datos y la emisión de la solicitud por parte de las instituciones universitarias. Se deben completar datos personales del egresado, datos académicos de la carrera y datos administrativos referidos al trámite del título, lo que permite ver cuándo se graduó la persona, cuándo se inició el trámite y cuándo llega el mismo al Ministerio. Todos estos datos pueden ser importados de los sistemas de información con los que las universidades trabajan, lo que permite reducción de tiempos y limitaciones de errores de carga. Concluida esta etapa, la institución remite una solicitud.
Estos datos son cotejados por la Dirección Nacional de Gestión y Fiscalización Universitaria (DNGyFU) verificando la carga con las reglamentaciones vigentes, con tecnología que cruza datos y permite centrarnos en las inconsistencias detectadas entre la información que aporta la universidad y los reglamentos. De esta evaluación puede surgir la aprobación, que permite que la Universidad emita una oblea con un código Qr que se incorpora al diploma, o la necesidad de subsanar o rectificar alguna información suministrada. El sistema anterior solo certificaba firmas sin control alguno sobre cumplimientos académicos y reglamentarios. Entonces, el nuevo procedimiento incorpora seguridad tanto en la certificación del recorrido académico como en la transparencia para tener claro los tiempos previos al ingreso del trámite al Ministerio.
La segunda etapa está vinculada con la evaluación de imágenes. Aprobada la solicitud, la institución universitaria debe remitir la imagen del diploma o certificado, con lo que se coteja esa imagen con los datos suministrados y las firmas de los funcionarios actuantes. De esta evaluación, puede surgir la aprobación que da lugar a la tercera y definitiva etapa, que es la incorporación del egresado en el Registro Público de Graduados Universitarios, una base de consulta pública y gratuita. Ahí la institución universitaria puede proceder a la entrega del diploma o certificado. Esta etapa permite incorporar a la sociedad a un proceso que antes era solamente entre universidades y el Ministerio de Educación, permitiendo conocer la situación de los profesionales en nuestro país, tanto en el sitio del Registro o bien mediante el escaneo del código Qr del diploma.
Entonces, ¿a qué se deben las demoras? ¿Por qué hay tanta falta de respuesta entre las facultades y el Ministerio de Educación?
En relación a los tiempos, dependen de cómo la institución educativa realiza la carga de datos y eso es lo que determina el tiempo que puede insumir el proceso para cada caso. La transición del sistema viejo al actual fue compleja, porque en el último mes de vigencia del sistema anterior las universidades presentaron una cantidad equivalente a seis meses de diplomas, por lo que hubo que trabajar en paralelo en ambos sistemas.
Hoy, el área está trabajando en la intervención de diplomas ingresados al Ministerio en marzo, dando prioridad a las profesiones que requieren el diploma para residencias o matrícula. Por ejemplo, sobre las titulaciones del área de salud, estamos trabajando con las solicitudes de fines de marzo y principios de abril.
Se trabajan semanalmente aproximadamente más de 1500 solicitudes y se aprueban similar número de imágenes, por lo que se estima que a medida que las cargas mejoren en su calidad, ese número se incrementará.
Siendo así los procedimientos del nuevo sistema, ¿por qué hay falta de respuestas sobre el tiempo de espera para los egresados?
Si bien este procedimiento es entre universidades y el Ministerio, para que los graduados tengan mayor conocimiento sobre sus trámites, hemos generado el sitio https://sidcer.siu.edu.ar/estado_solicitud.php través del cual los profesionales pueden conocer el estado de su trámite una vez que el mismo tiene inicio en el sistema y, de ese modo, tener claro los tiempos en este Ministerio y más control sobre el proceso previo. El graduado tiene derecho a que las universidades le expidan sus certificados en tiempos razonables y todo este esfuerzo institucional tiende a eso, ya que permitió que se fortalezcan y modernicen las áreas de diplomas de las universidades y del Ministerio. Pero además aporta seguridad y transparencia en el proceso de expedición de diplomas y certificados.