Mia empezó a escribir a los seis años, impulsada por un universo de sueños, ideas y curiosidades por descubrir. Con una imaginación infinita, creaba mundos donde todo lo que plasmaba en el papel podía hacerse realidad. Era su espacio de libertad y anhelos, donde sus personajes podían vivir sin límites y hacer todo lo que desearan.
Entre los 8 y los 9 años, Mia escribió e ilustró tres cuentos: La vida de un mosquito, El pez que soñaba con tener un dueño y Snow vs Rayada, que se publicaron cuando ella tenía 9.

Sus libros se presentaron en la 49ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, siendo la primera niña en hacerlo, y en la 33° Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires, en un espacio gestionado por la SADE – Sociedad Argentina de Escritores - y Fundación El Libro.
Esta fortaleza y la capacidad de dar vida a un producto con una historia propia resultan admirables para la edad que tiene. Más allá de la monetización, representa una oportunidad para visibilizar a niños con un enorme potencial creativo, capaces de expresar y difundir lo que piensan y sienten.

Mia continúa escribiendo, siempre fiel a sus ideales y a su propio ritmo. Para ella, escribir es traducir lo que percibe del mundo, jugar con su imaginación y dar forma a aquello que aún no ha conocido, pero que ya siente dentro de sí. Lo mágico y maravilloso de la lectura radica en la capacidad de crear y habitar mundos que, aunque nacen de la tinta y el papel, permanecen vivos en la mente y el corazón de quienes los leen.