La genética es una ciencia que permite explicar por qué somos como somos y por qué somos capaces de razonar y hablar, cosas que no puede hacer, por ejemplo, un chimpancé. Su importancia en la actualidad y en proyección a futuro radica en su potencialidad para el estudio y la preservación de la biodiversidad.
En el ámbito rural, la Ley Nacional de Educación N° 26.206 concibe, en su artículo 49, la coexistencia de diferentes modelos organizacionales y pedagógicos orientados a garantizar la escolaridad obligatoria.
Especialistas en el tema describen que la genética alcanza un amplio espectro de la investigación científica: sus conocimientos atraviesan la salud, la biotecnología y la producción agropecuaria. “Es una ciencia que está presente en la vida cotidiana constantemente, ya que impacta en la industria farmacéutica, la producción de vacunas, la biorremediación de ambientes contaminados, la producción agropecuaria y la alimentación”, advirtió Danya Tavela, vicerrectora de UNNOBA y ex Secretaria de Políticas Universitarias.
Junto a la Universidad Nacional de Misiones, la UNNOBA es una de las dos instituciones públicas argentinas que ofrece la posibilidad de estudiar la licenciatura en genética. Allí, el número de inscriptos a la carrera se incrementó un 80 por ciento desde el 2011, año en que comenzó a dictarse la oferta académica con el fin de ser aplicada en las áreas vegetal, animal y humana, coherente con las carreras de Agronomía y Alimentos que se dictan en la UNNOBA.
Con respecto a las oportunidades de desarrollo que tiene la disciplina, en el área de genética humana se pueden investigar y mejorar algunos aspectos hereditarios que optimizan la salud de las personas, y en el área de genética vegetal y animal se puede aportar a una mayor producción de alimentos con mejor valor nutritivo y menor costo.
La oportunidad de concurrir diariamente a la escuela es afectada, con frecuencia, por diversos factores propios de ámbito rural: la inaccesibilidad de caminos, la distancia entre el hogar y la escuela, las cuestiones climáticas eventuales, entre otras razones.
En este sentido, Tavela explicó que la genética “es una de las formas más importantes que se tienen a nivel científico y tecnológico de agregar valor a la producción primaria. Primero porque lo que se obtiene posee un componente mejorado, por ejemplo, cuando se interviene en las semillas haciéndolas resistentes a plagas o a extremos ambientales”.
Por ello, la licenciatura en genética es considerada una carrera estratégica para el desarrollo del país. Para la UNNOBA, se trata de una oferta académica central. “La genética aplicada a la producción agropecuaria mejora significativamente la productividad y, por supuesto, las condiciones en que esos productos se obtienen”, reiteró la vicerrectora.
Pero advirtió que, pese a los múltiples avances que se han conseguido, la genética aún es una ciencia que parece alejada de la vida cotidiana de la gente. Por tal motivo, concluyó que es necesario desarrollar acciones de divulgación y promoción sobre ella: “Aquí es donde las universidades debemos plantear estrategias y políticas públicas para dar a conocer esta ciencia, despertar el interés y favorecer la apropiación de ese saber”.
