Néstor Pitrola participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes de Periodismo de la Escuela de Comunicación del Grupo Perfil, en donde remarcó el debilitamiento del gobierno de Alberto Fernández de cara al 2023. “El gobierno no pegó una: fracasó con la pandemia, reestructuró la deuda privada y la Argentina no volvió al mercado internacional de crédito”, sostuvo.
El dirigente del Frente de Izquierda también se refirió al rol de las organizaciones sociales y los cuestionamientos por los acampes en la Avenida 9 de Julio. “El desocupado no tiene otra forma de protesta. Es un derecho, no tienen otra arma de manifestación que su movilización”, resaltó Pitrola en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Cree que el gobierno de Alberto Fernández se está debilitando?
—Sí, creo que está debilitado hace rato por el fracaso de sus gestiones. Fracasó con la pandemia, porque tuvimos 130.000 personas fallecidas y las vacunas tardaron en venir. Reestructuraron la deuda privada y Argentina no volvió al mercado internacional de crédito. Entonces, creo que la división es resultado de un fracaso. No pegó una el Gobierno. Está profundamente debilitado desde que perdió las elecciones. El Frente de Izquierda dio batalla política y presentó un programa de salida a la crisis: repudio a la deuda, nacionalización de los recursos estratégicos, una banca pública única para terminar con la fuga de capitales y soberanía en el comercio exterior. La Cámpora simplemente no se hizo cargo del pasado ni del futuro. Los kirchneristas no se van porque se quedan sin laburo.
—¿Cómo analiza las últimas declaraciones de Cristina Kirchner en el CCK?
—Lo de Cristina es lo más penoso de todo: solo maniobra para mantener una base electoral hacia el 2023 sin ninguna propuesta al propio Gobierno que ella misma integra. Es totalmente cínico que diga que la banda y el bastón no te dan el poder. En todo caso, ella también lo vivió al no cambiar el país en los diez años que fue Gobierno y por eso pudo ganar el macrismo en el 2019. Con lo cual son palabras que van a una disputa interna que por el momento no presenta ninguna salida y uno no es capaz de imponerse sobre el otro.
—¿Cuál es su análisis actual sobre el kirchnerismo?
—Ellos no dieron ninguna batalla como sí la dio la izquierda. Hay un cálculo en el kirchnerismo, una pose para evitar un desplazamiento de la base electoral hacia nosotros. No lo digo yo, lo han dicho analistas destacados como Carlos Pagni en sucesivas oportunidades. Esto es lo perverso que tiene. Nosotros nos desnudamos permanentemente, en eso el Partido Obrero se distingue dentro de la izquierda por denunciar permanentemente la estafa política que es el kirchnerismo. El kirchnerismo es aliado de las mineras, que es uno de los capitales más concentrados, depredadores y golpistas del mundo. Son aliados estratégicos desde Santa Cruz. No tienen nada de nacional y popular: han sido una maniobra de reciclamiento del peronismo. En nuestra opinión ha dado lo que podía dar, ya que también está muy agotado el kirchnerismo.
—En los últimos días se llevaron a cabo varios acampes en la 9 de Julio ¿Qué piensa sobre el derecho vulnerado a los que quieren circular por la calle y no pueden?
—Acabo de llegar desde Misiones donde hubo una serie de actos del Partido Obrero. Y me toco visitar doce piquetes de una huelga de la docencia misionera que lleva un mes. El movimiento de desocupados no tiene otra arma de manifestación que su movilización y van creando las medidas que pueden: hoy un acampé, mañana una marcha, después un acto o un corte de ruta. No tienen otra forma de protesta. Los métodos piqueteros se vienen generalizando en toda la clase trabajadora. Además, los piquetes no lo inventaron los desocupados sino los ocupados. Son resultados de la brutal desorganización económica argentina. Y son medidas que de pronto son antipáticas para algunos sectores y al mismo tiempo la van tomando otros sectores a medida que les duele el zapato. También tiene que ver que distintas direcciones sindicales integradas al gobierno le han dado la espalda a los que van quedando desocupados. Porque no tienen representación y se han organizado bajo esta forma que ustedes conocen, en las cuales interviene el Polo Obrero y muchas organizaciones.
—Mencionó que los trabajadores están desprotegidos ¿Cree que los sindicalistas de hoy son más empresarios que sindicalistas?
—Si, absolutamente. El sindicalismo se hizo empresarial particularmente desde los 90. La burocracia del peronismo la hemos combatido desde que nació el Polo Obrero, es decir, cuando Perón forma su sindicalismo desde la Secretaría de Previsión antes de ser Presidente. Ahí nace lo que llamamos “burocracia sindical”, que es una casta que representa al sector empresarial al interior de los sindicatos en lugar de representar a los trabajadores. Y eso se hizo mucho más profundo en los ’90 con los Triaca, los Cavalieri, los Moyano, todos sindicalistas enriquecidos. Y con ese discurso surge la CTA denunciando al sindicalismo empresarial, pero ha quedado muy delimitado en el marco de la centro-izquierda que ahora está integrada al Frente de Todos y no ha podido ser una alternativa. Hoy los sindicatos en Argentina están dominados por una casta.
—Luis D´Elia los acusó de cobrar plata de la gente que ustedes representan en los Planes Trabajar. También señaló que no estuvieron presentes en la represión donde perdieron la vida Kosteki y Santillán en 2002, ¿Qué opinas de sus declaraciones?
—Lo de D´Elia es una descomposición personal lamentable. Yo estuve en la fundación del Polo Obrero en el año 2000. Uno de los argumentos fundacionales es que el Polo Obrero puede luchar por trabajo, subsidio de desocupados o un plan social. Pero no ser el árbitro que va a decidir si alguien come o no come, escapa de todo principio socialista. En otro aspecto, yo estuve herido el día de la represión. Fue en el Puente Pueyrredón, con una bala de goma y hubo treinta y tres heridos de bala de plomo. Y precisamente el movimiento de D´Elia no estuvo, no fueron parte. Ellos ya se borraron cuando fue la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre del 2021, con el argumento de defender la institucionalidad del gobierno de De La Rúa. Y después integraron el Consejo Consultivo Económico Social que monto Duhalde. El Polo Obrero, con Barrios de Pie, con MTD y los compañeros de Maxi y Darío, estuvimos todos allí. Y D´Elia no estaba. Es una descomposición personal que me da pena. Creo que está apoyando el pacto con el FMI y tiene que decir algo para poder apoyar semejante cosa, tan contraria a todo pensamiento nacional y popular.
—¿Y con respecto a las denuncias de que se estarían cobrando planes sociales a quienes asisten a las marchas?
—No, lo desmiento completamente: el Polo Obrero no le cobra a nadie por ir a marchar ni se caracteriza por tener ese tipo de peaje, los punteros y todo ese tipo de cosas. Es fundacional en nuestro concepto. Es una mentira y lo de D’Elía es muy feo porque es una calumnia para desprestigiar una corriente que no la pueden parar en su desarrollo político. Si hay mucho punterismo histórico de los radicales y los peronistas en este país de toda la historia. Nosotros luchamos contra eso, no podés obligar a nadie a nada ni tampoco a poner una cuota.
—¿Cree en la posibilidad de un estallido social como consecuencia de la situación económica?
—Sí, es lógico y todo el mundo teme eso. Miren América Latina en su momento: ha estado recorrida por un proceso de rebeliones populares y violentas contradicciones sociales. En el plano económico, Argentina está igual o peor que cualquiera, a excepción de Venezuela que es un derrumbe total. Por eso nosotros construimos el Frente de Izquierda para salir de esto, como una alternativa política y un programa de salida alternativa a la crisis. Hemos sido la tercera fuerza electoral, le ganamos al peronismo de Jujuy y en algunas localidades. Un gran fenómeno en las últimas elecciones fue el desenvolvimiento en el gran Buenos Aires: por primera vez tenemos diez concejales en la Provincia, cuando nunca antes tuvo uno. Y hemos sacado votaciones enormes en los barrios de la Matanza, que se pueden considerar el corazón del peronismo. Entonces, es muy importante la construcción política alternativa que estamos construyendo. Lógicamente, hay que ir por mucho más para cambiar el país y ser una alternativa de poder.
-Le agradecemos la participación en este Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final que quisiera realizar.
-Les agradezco que hayan pensado en mi para entrevistarme y a todos los que han participado. Las ideas de la Izquierda las desenvolvemos en todos los planos: yo atiendo desde la radio más chiquita de cualquier lugar del país hasta un medio grande, que no nos son fáciles en muchos casos. Espero haberlos satisfecho en las inquietudes porque están muy fundadas en los debates actuales, para bien o para mal. Espero haberlos conformado.
Por Gustavo Winkler, María Gabriela Maidana y Alan Rojas.
Estudiantes de Periodismo Perfil Educación en la Escuela de Comunicación