Lugar único. El Tercer Foro de Líderes por la Educación se constituyó en un espacio que, sin igual, reúne a ministros de Educación de todo el país, con las docentes candidatas al “Nobel de Educación”, estudiantes de escuelas secundarias e intelectuales. |
marcelo dubini
Fue la agenda más controvertida desde que el coronavirus golpeó a la Argentina: el debate en torno a la presencialidad de las clases y el impacto del covid en la educación se convirtió en estos meses en la principal discusión en medio de la pandemia.
Pero el resultado de las PASO cambió las prioridades. Los candidatos del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio habían confirmado desde hacia varias semanas su presencia en el IIIº Foro de Líderes por la Educación que esta semana se realizó en el CCK, cancelaron sorpresivamente el lunes 13 de septiembre y, a último momento, se bajaron del evento organizado por Perfil Educación.
La respuesta oficial se excusaba en problemas de agenda. Pero la explicación en off the record era mucho más cruda. Desde el oficialismo explicaron que hasta que la crisis se calme no podían participar de un evento público. Y desde la oposición dejaron trascender que era preferible no hacer olas en este momento. De esta forma, el cálculo político evitó que los principales dirigentes del país participaran del Foro.
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Así se perdieron la posiblidad de escuchar a estudiantes de escuelas secundarias contar los problemas que les ocasionó la falta de vinculación con sus pares y docentes y el atraso educativo que hoy evidencian. Tampoco pudieron conocer a las dos docentes que este año competirán por el “Nobel de la Educación” por haberse esforzado en situaciones críticas para que sus alumnos no pierdan la motivación.
Tampoco pudieron conocer los datos estadísticos que reflejan la pandemia educativa argentina, que fueron aportados por investigadores de las principales universidades públicas y privadas, y especialistas de Unesco. Y no pudieron presenciar el acalorado debate que mantuvieron ministros de Educación de todo el país y un grupo de destacados intelectuales sobre las urgencias pedagógicas que hoy apremian a la Argentina.
Tampoco pudieron escuchar los consejos de representantes del sector corporativo sobre la necesidad de formar profesionales con las nuevas demandas que hoy exige el mercado. Ni pudieron atender el reclamo de rectores de universidades públicas por el recorte presupuestario.
Junto a la UBA y a Unicef, venimos organizando este espacio desde hace tres años porque estamos convencidos de que la educación es el principal motor de desarrollo personal y también el más importante motor de desarrollo de un país. Ojalá que nuestra dirigencia entienda que se trata de una agenda prioritaria.
