Vocación de enseñar

Alejada de zonas urbanas y rodeada de caminos de tierra, a 42 kilómetros de la capital de San Juan, en Caucete, se encuentra la Escuela Secundaria Obispo Zapata. Cuando allí llegaron los kits de robótica del programa Aprender Conectados, los docentes no imaginaron que sería el inicio de un recorrido que los consagraría, dos años después, como mejores maestros argentinos. En aquel entonces, se encontraron con la dificultad de no saber cómo usar los recursos recibidos. Sin embargo, las ganas de aprender de los estudiantes se anticiparon a la llegada de facilitadores que pudieran enseñarles y empezaron a investigar cómo hacerlo. Poco a poco, se fueron sumando los maestros.

Así se creó en 2017 el Club de robótica Morning Club, un espacio en el que alumnos y docentes resignaron fines de semana para meterse de lleno en los nuevos saberes que movilizaron a toda la comunidad educativa de Caucete. Luego se contagiaron otros establecimientos de la zona para aprender a programar entre pares e intercambiar experiencias. Como si fuera poco, con la ayuda de los maestros formaron el Club del medio ambiente, a partir del cual los alumnos empezaron a desarrollar juegos didácticos para concientizar sobre la importancia del cuidado del planeta.

La incorporación de la tecnología en la Escuela Secundaria Obispo Zapata, alojada en un remoto espacio rural, trajo cambios significativos no solo en las prácticas escolares, sino también en materia de inclusión educativa. “Queríamos motivarlos para que sigan en la escuela y enseñarles de una forma diferente”, relató su directora, Ivana Rivas. “Es muy importante este impacto porque el chico, al ser protagonista del aprendizaje, toma un sentido de pertenencia y aprende cuál es la capacidad que tiene para desarrollar ideas. Mi sueño es que puedan ver que hay otro mundo y que pueden lograr alcanzarlo”, enfatizó.

Por el trabajo realizado a lo largo de dos años, los docentes de esa escuela resultaron ganadores del primer premio del certamen Maestros Argentinos 2019, iniciativa del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología que reconoce la labor de diez equipos de educadores que hayan logrado mejoras en las trayectorias y los aprendizajes de los estudiantes a través de proyectos interdisciplinarios e innovadores.

Durante la premiación, que se realizó el lunes pasado en el CCK, el presidente Mauricio Macri agradeció la tarea diaria que realizan aquellos que están frente a las aulas: “Son ustedes los que trabajan en cada rincón del país. Con cada palabra y cada enseñanza hacen futuro. La educación es lo que hizo, hace y hará crecer a la Argentina. No hay herramienta más potente para luchar contra la pobreza que una educación de calidad. Aunque cueste, aunque canse, aprender es lo único que nos va a permitir ser realmente libres”.

Por su parte, el titular de la cartera educativa, Alejandro Finocchiaro, destacó: “Hoy es el día en el que le mostramos a nuestro país cómo estamos mejorando nuestro sistema educativo. Se trabajó con un espíritu patriótico, de argentinidad, y entendiendo que la educación no conoce fronteras ni ideologías partidarias. El mejor legado de un maestro son sus discípulos. El mejor legado que están dejando ustedes es el futuro”.

RENOVAR LAS

PRÁCTICAS DE ENSEÑANZA

Uno de los objetivos del certamen es renovar las prácticas de enseñanza integral y promover los talentos y las potencialidades de los estudiantes, como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva, la comprensión, el respeto por la diversidad y la búsqueda de soluciones creativas para los problemas de su entorno. La idea es apoyar la labor de los educadores que trabajan de manera comprometida y colaborativa para formular proyectos que enriquecen las experiencias educativas de los alumnos.

Este año se convocó a participar a todos los equipos docentes que se desempeñan actualmente en una escuela secundaria de gestión estatal de todas las modalidades. Pudieron participar aquellos que están implementando estrategias que tenga al menos dos años de desarrollo. Durante la convocatoria, se presentaron más de mil proyectos, de los cuales diez resultaron finalistas.

Los ganadores recibieron un reconocimiento económico que deberá ser utilizado exclusivamente para la expansión, la profundización y el fortalecimiento del proyecto presentado a través de la compra de materiales pedagógicos y/o equipamiento tecnológico, o para la formación del equipo docente involucrado. El primer premio se llevó la suma de un millón de pesos, el segundo 500 mil, el tercero 400 mil, el cuarto 300 mil, el quinto 200 mil y los cinco restantes 100 mil.

MÁS PROYECTOS PREMIADOS

El segundo puesto del certamen Maestros Argentinos quedó en manos de la Escuela Industrial Superior N°8, ubicada en la capital de Santa Fe. Con el proyecto Ciencia Nómade, los docentes y los alumnos del ciclo básico y del ciclo superior, planificaron, elaboraron, implementaron y evaluaron trabajos prácticos de física y química, destinados a estudiantes de Escuelas de Enseñanza Media para Adultos (EEMPA).

Como la mayoría de los EEMPA no poseen laboratorio, los profesores del industrial decidieron compartir sus conocimientos y sus recursos con ellos. Para llevar a cabo esta tarea, convocaron a sus estudiantes a diseñar y producir materiales didácticos experimentales. Así, los jóvenes oficiaron de docentes-guías de los estudiantes de las EEMPA, supervisados por el grupo de educadores de ambas instituciones. Lo novedoso de la iniciativa de la escuela santafecina es la articulación y la incorporación de los chicos a la planificación docente.  

El tercer premio lo obtuvo Y JAPYHY 3 (tomar, de agarrar el agua en Guaraní), proyecto de la Escuela Técnica Esteban Martínez de Bella Vista, provincia de Corrientes. El trabajo tuvo tres etapas. En 2017 se comenzó a estudiar el proceso de potabilización del agua y se construyó un dispositivo que incluyó todos los procesos para lograr su desinfección final. En 2018 se rediseñó el dispositivo para hacerlo aún más eficiente. Finalmente, en 2019 los docentes y los alumnos realizaron un potabilizador más pequeño, transportable, replicable, de bajo costo y sustentable (sin energía eléctrica), dado que las personas que lo utilizan viven en los campos o en las orillas de los ríos, y no tienen acceso al agua potable ni a electricidad.

Con la puesta en marcha de este trabajo, no solo se logró satisfacer una necesidad básica, sino también mejorar el vínculo entre los alumnos y despertar el interés emprendedor en cada uno de ellos.

En el cuarto lugar quedó ubicado el equipo docente del Instituto Provincial de Enseñanza Media Nº 114 Arturo Jauretche, de Córdoba capital, a partir de la realización del proyecto Nuestras Historias: Festival Intercolegial de Cortometrajes. La iniciativa consistió en producir piezas audiovisuales en cuatro establecimientos públicos, con la particularidad de que sus narraciones debían estar basadas en hechos reales de los estudiantes y de sus comunidades. Para producirlos, las cuatro escuelas trabajaron en red con la idea de funcionalidad horizontal e igualdad entre pares, articulando con distintas áreas de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Lo que motivó el proyecto fue la necesidad de aprender utilizando la expresión y la difusión, teniendo en cuenta la alfabetización digital, la diversidad, la autonomía en el uso de las TICs, los desafíos personales, los sueños y la proyección para una salida laboral profesionalizada. Los jóvenes utilizaron este canal para comentar su realidad, convirtiéndose en directores, productores, sonidistas y camarógrafos.

La Escuela de Educación Técnico Profesional N° 456 Hipólito Yrigoyen, de Gálvez, provincia de Santa Fe, resultó ganadora del quinto premio con Adoquines ecológicos, idea que surgió frente a la posibilidad de trabajar sobre problemas concretos que se detectaron en el lugar. Allí existía la necesidad de pavimentar determinadas áreas peatonales que quedan anegadas los días de lluvia.

Dado que en aquella localidad la Municipalidad exige el uso de adoquines en el área central de la ciudad, el equipo docente y sus alumnos propusieron construirlos con materiales de descarte no degradables, como plásticos, telgopor, tetra brik, entre otros. Además de ser ecológicos, los adoquines fabricados por la escuela de Gálvez son de tamaño reducido, sencillos de transportar, versátiles en su instalación y se rompen con menos frecuencia que las losas. 

Con el sexto puesto se quedó el equipo del Instituto Provincial de Enseñanza Media Nº 128 Dr. Manuel Belgrano, alojado en la localidad de Río Cuarto, provincia de Córdoba. El proyecto presentado, “La producción artística en espacios públicos para la inclusión educativa”, está integrado por diferentes disciplinas como teatro, música y artes visuales.

La idea fue proponer la producción espectacular y la intervención artística en la ciudad para consolidar un espacio de contención que permita a los estudiantes crecer más seguros emocionalmente, además de difundir mensajes que ayuden a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.

En el séptimo lugar quedó el proyecto Un enemigo invisible de la Escuela Secundaria Bernabé Aráoz, de San Miguel de Tucumán. Desde hace algunos años, en la institución se trabaja sobre la calidad del agua. Para ello, docentes y estudiantes investigaron acerca de la temática y pusieron en práctica un pasteurizador a base de energía solar. Se trata de un dispositivo de bajo costo, de construcción sencilla e inocuo para el medio ambiente que elimina las posibles bacterias u otros microorganismos del agua.

El proyecto continuó luego cuando los alumnos compartieron sus conocimientos con otras escuelas, realizando charlas sobre las consecuencias por el consumo de agua contaminada por arsénico. La iniciativa se agradó, a su vez, con la creación de un filtro casero de bajo costo para la eliminación de impurezas, que trabaja de forma coordinada con el pasteurizador. El objetivo final es que los estudiantes de las escuelas rurales lo pongan en práctica en sus hogares.

El octavo premio se entregó al Bachillerato Orientado Provincial N° 56 Siete Estrellas, de San Pedro, provincia de Misiones, por su proyecto de radio escolar comunitaria que funciona desde hace varios años.

La iniciativa, llamada Séptima Estrella, se convirtió en un recurso importante para la escuela y la comunidad, dado que no solo tiene fines pedagógicos, sino que también es el único medio de comunicación radial de la región del lado argentino. Los docentes y sus estudiantes realizan los programas y desarrollan los contenidos, la puesta en el aire y la operación técnica.

La Escuela de Educación Agrotécnica N° 51, ubicada en la localidad entrerriana de Maciá, ganó el noveno premio con un proyecto que se basa en la reutilización del suero, un subproducto de la elaboración de algunos lácteos, sobre todo del queso. A pesar de sus excelentes cualidades, durante muchos años el suero fue eliminado por las cloacas y los ríos, o se dispersaba por los campos provocando la contaminación de los cursos de agua.

La propuesta, denominada (ECO)2 Suero, se utiliza en las producciones de la escuela. Las hortalizas producidas en base a este método ecológico son consumidas en el comedor escolar, generando un impacto social positivo al utilizar un desecho de la industria como abono orgánico. A futuro, los alumnos y los docentes tienen planeado realizar biofertilizantes para el tratamiento de semillas pre-siembra, en órganos de propagación asexual en bulbos.

Finalmente, el décimo lugar lo obtuvo el Laboratorio de experiencias educativas al servicio de la comunidad, elaborado por la Escuela Provincial de Educación Técnica N° 1 General Ángel Vicente Peñaloza, de Chilecito, provincia de La Rioja.  La propuesta, de la cual participan todos los estudiantes de la institución, busca desarrollar distintos proyectos vinculados con las necesidades del territorio.

Algunos de los trabajos realizados son la fabricación de andadores, bastones, trípodes, muletas y sillas posturales destinadas al área de discapacidad del Municipio, y la construcción de la sala de niños y cámara Gesell dependiente de la Asesoría de Menores.