Facundo Manes: una pausa en la politica y un interrogante. La mayoría de los invitados que colmaron el Yacht Club Puerto Madero coincidieron en que estaban allí para apoyar el lanzamiento de la sinergia que Facundo Manes generó a través de Ineco –su centro de investigación y fundación científica– con Cites, que, según explicó en la presentación, es la “primera incubadora tecnológica de América Latina” creada con el objetivo de desarrollar start-ups high tech. Ante la acostumbrada verba entusiasta que Manes usa cuando habla del valor del conocimiento como una commodity exportable que requiere un desarrollo público y privado sostenible en el tiempo e independiente de los cambios de gestión gubernamental, escucharon atentos desde empresarios que suelen acompañar la gala anual de su fundación hasta Ricardo Lorenzetti o Mercedes Sarrabayrouse, la hija de Susana Giménez. Mientras un grupo más reducido fue allí con un único propósito: conocer los motivos por los que le dijo no a la propuesta de María Eugenia Vidal de sumarse como candidato a la lista bonaerense. “Tengo un listado de pedidos de reportajes, pero no es el momento”, repetía una y otra vez ante cada pregunta al respecto. Y acto seguido con el mismo ímpetu que había expresado en su discurso, Manes insistía: “Esto es importante, la educación, la investigación, el conocimiento... Si queremos ser el país que imaginamos y soñamos para nuestros hijos”. El neurólogo teme que cualquier palabra o impresión dé pie a un cotilleo innecesario. Así que los afectos a las “intrigas políticas” seguirán buscando entre su círculo de amigos si es cierto que la ubicación en la lista de su nombre fue el detonante; o si su ADN radical sintió una suerte de traición aceptar al ver cuán pocos boinas blancas siguen sin ocupar espacios relevantes en el universo macrista; o si el fin de 2017 lo ubicará al mando del ministerio que preside Lino Barañao, quien alguna vez manifestó a PERFIL que “se iba a quedar en el ministerio un tiempito más...” hasta que se cristalicen los proyectos que había iniciado en la gestión kirchnerista.
Único en el continente. Hace unos días Japón eligió a su “embajador honorario gastronómico” en el país: Iwao Komiyama. Este chef nikkei que integra el equipo de Cocineros Argentinos es el único designado embajador en toda América.
Charla y libros. Agenda propia aunque de bajo perfil tiene Luciana Mantero, la mujer de Marcos Peña. Hace unos días dio una conferencia en un hotel de Recoleta para “mujeres, hombres, parejas que buscan hijos que no llegan y para sus familiares y amigos que quieran venir a acompañarlos”. Fue un té gratuito con cupos limitados, que ella generó dada su experiencia y las de otras mujeres cuyas historias se incluyen en El deseo más grande del mundo, el libro que ella escribió sobre su búsqueda para ser madre. Y además es probable que vuelva a circular por algunos medios, ya que este mes reeditan otro material suyo sobre la vida de Margarita Barrientos.
Empleo joven. El vice de la UIA Daniel Funes de Rioja, Francisco Martínez Domene (de Adecco Argentina), Juan Ignacio Uribe (director de RR.HH. de Aerolíneas Argentinas), Juan Carlos Confalonieri (profesor de Derecho del Trabajo en la UBA y Universidad Austral) y Martín Padulla (director de Staffing América Latina) dieron una charla conjunta sobre “El trabajo del futuro en nuestro país”. Uno de los tópicos fue “Los jóvenes y el mercado laboral”, donde se exhibieron cifras de un estudio reciente, realizado con 20.646 personas de 18 a 24 años, que explica mucho de la convocatoria que el gobierno porteño concitó con la promesa laboral de la Expo Empleo Joven de hace un mes. Allí se detalló que 6 de cada 10 de estos jóvenes creen que su edad es limitante para conseguir un trabajo, pues el 89% de ellos se encontró con que la falta de experiencia es la primera dificultad para lograrlo.
