El ”otro debate” luego de la tensa sesión en el senado. La sesión del miércoles último en el Senado fue igual de estresante que la del aborto, que aunque parece lejana fue hace tan solo dos semanas. Por eso hubo poco ánimo de los legisladores para terminar en una reunión posterior. Pero sí hubo una con algunos asesores en un restaurante vecino al Congreso donde la analizaron, tratando de dejar de lado en lo posible, respectivas camisetas. Y todo derivó en la performance de Miguel Pichetto y en cierto desánimo sobre su papel. Al tener que responder el embate discursivo de Cristina Kirchner, no pudo tener un despliegue como el que sí lograra en la etapa de debate y posterior sesión de la ley de aborto. En ese análisis entre malbec y pastas, el resultado al que todos suscribieron fue que el peloteo en la sesión por los allanamientos a la ex presidenta el oficialismo logró que se reafirme que “oposición se escribe con “K” y no con “R” del (peronismo racional. También ocupó su espacio Gabriela Michetti quien en las dos últimas sesiones mereció comentarios adversos de opositores y otros de tono contemplativo y sobre todo discreto de gente del oficialismo. Por eso, en la mesa en cuestión siempre se menciona a Federico Pinedo como un legislador con expertise para conducir sesiones extensas y sobre todo de alta visibilidad pública.
Acuerdo tácito. Por integrar uno de los equipos económicos del oficialismo,el funcionario –que tiene contacto diario con el Palacio de Hacienda– fue con la previsión de que podría convertirse en el centro de atención de la comida que organizaron los miembros de la Academia de Gastronomía en la pizzería San Paolo. La coyuntura no estaba en el menú, pero sabía que sería un tema inevitable. Sin embargo, alta fue su sorpresa y alivio cuando en un acuerdo tácito, los miembros de esa agrupación, dieron centralidad al dueño de la pizzería para que explique la historia de cada plato que sirvió teniendo en cuenta los sabores de su Sicilia natal. El dueño, un italiano con idénticos restaurantes en Estados Unidos, Tokio y Sicilia, fue pródigo en anécdotas y no hubo espacio para que la coyuntura se colara. El funcionario cenó tranquilo rodeado por los anfitriones María Podestá, Martín Cabrales, Alejandro Bulgheroni, Jorge Pereyra de Olazábal, José Urtubey, Ramiro Otaño, Javier Negri y Esteban Nofal, hombre muy interesado en la economía pero que se contuvo teniendo en cuenta lo pactado antes de sentarse a la mesa.
Operadores por tres. Se viene otra contienda en el Congreso Nacional y es el tema de la aprobación del presupuesto 2019. El panorama se percibe tenso por razones obvias pero aún la cuerda no ha tensado lo sufuciente como para aplicar eso que Carlos Melconian menciona en sus charlas “privadas” –que terminan siempre en YouTube o en alguna red similar – y que él bautizó como el”Plan C”, de coerción. Entre el aborto y los allanamientos a Cristina Kirchner, las reuniones de bloques por este tema quedaron algo relegadas e incluso los gobernadores aún no bajaron línea a sus senadores. Pero lo que está llamando la atención de algunos es el tema de los voceros de Gobierno que están encargados de pulir –o al menos prever– las posibles asperezas que se produzcan. Rogelio Frigerio es la cara más habitual para los gobernadores y “el más político” de la mesa, calificación que a veces no le jugó a favor. También otro de los que está con este asunto es Marcos Peña. Pero lo que sorpendió a un par de legisladores es que Luis Caputo se muestra como un nuevo jugador en este partido. Y la mención de la cuestión presupuesto sale de su boca como al pasar, en llamadas que primero tienen que ver con, por ejemplo, consultas sobre cuestiones de regulaciones bancarias de la provincia en cuestión y luego derivan en ese tema tan central para la agenda económica 2019. Dos legisladores provinciales que suelen acompañar al oficilismo no terminan de decodificar esta situación de tres interlocutores para un mismo tema. Igualemente, sea uno o sean tres los operadores, la cuestión viene algo complicada.
