El Carnaval de Venecia es el primero que se conoce en el mundo. Hay registros de hace más de novecientos años que dan cuenta de esta fiesta. Además es el más fastuoso, en cierto punto, potenciado por las historias de fiestas privadas que reunían a millonarios de todo el mundo en palacetes venecianos. Algunas de esos festejos se siguen organizando pero sin la mezcla de personajes que solían tener las de antaño.
Máscaras y antifaces como el que el diputado Damián Arabia usó para la foto de su Instagram son también un aporte del Carnaval de Venecia. El origen de esta fiesta extendida que es un clásico del turismo en Italia es más pagano que religioso, incluso más “democrático” y sobre todo transgresor en el sentido más amplio del término.
"Cambiaron República por monarquía", discusión entre personajes del PRO y Coalición Civica.
Las máscaras son el accesorio indispensable para que ese sentido democrático del carnaval veneciano aflore porque servían para eliminar las diferencias sociales existentes en esa Venecia habitadas por nobles, comerciantes, esclavos y “el pueblo”. En esos días, la máscara habilitaba a semel in anno, insanire : "Hacerse el loco una vez por año". En la práctica, esto se traducía en bacanales que al menos vez al año eran lícitas y para todos.
De esta manera, el Carnaval de Venecia habilitaba unos días para salir de la cotidianidad de entonces. Esa ciudad ya era cosmopolita, comercial debido a su puerto, con gente muy rica, con judíos comerciantes y una iglesia muy fuerte. En ese contexto, se atendía a esa necesidad de distracciones de tipo de sexual, de grandes cenas, de jugar a ser otro usando máscaras. Total durante el resto del año la religión cristiana se encargaba de las penitencias para quienes “hubieran pecado”...y lo confesaban.
El argentino que pintó de verde los canales de Venecia.
El origen pagano fue perdiendo espacio y el carnavalpasó a ser una festividad previa a la cuaresma. Tuvo también un período donde esa magia se perdió hasta que en 1979, por iniciativa de algunas asociaciones ciudadanas y a la contribución del Ayuntamiento de Venecia, el Teatro la Fenice, la Bienal de Venecia y las autoridades turísticas, resurgió.
En los once días que dura, hay teatros ambulantes en las calles de la ciudad, bailes, galas exclusivas y eventos tradicionales como el Vuelo del Ángel, Vuelo de la Colombina, o la Fiesta de las Marías, un desfile con las “doce participantes de la que resulta elegida la “María del año”.
Las famosas máscaras siguen habilitando a que año a año, las calles de la ciudad se llenen de lácales y turistas vestidos para el carnaval, jugando a su modo a ser un personaje de fantasía, y prolongar ese aura de encanto y misterio en una ciudad que ofrece la escenografía perfecta.
Gi
