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a 50 años del asesinato del ex dictador

Parque Chas, el capítulo menos conocido del secuestro de Aramburu

La operación de Montoneros se preparó en una casa de la hermana de Norma Arrostito en el laberíntico barrio. Desde allí salió el grupo que raptó al militar. Hoy la casa está deshabitada.

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El punto. Tras secuestrar a Aramburu, parte del grupo regresó a Bucarelli 1752 para esconder armas e imprimir los comunicados. | pablo cuarterolo

Para llegar a la casa, si uno viene en auto desde el centro de la ciudad, digamos que por la avenida San Martín en dirección hacia la General Paz, hay que cruzar el puente de Agronomía y doblar a la derecha por la avenida Chorroarín, atravesar el túnel que pasa por debajo de los trenes de la línea Urquiza y dos cuadras después girar hacia la izquierda por Bucarelli hasta la diagonal Victorica, donde se corta Bucarelli, doblar a la derecha y cruzar la Avenida de los Incas, y ahí es cuando la cuestión se complica, porque si uno no sabe que la calle curva que nace (renace) apenas cruzando Los Incas es otra vez Bucarelli, y entonces se pasa y sigue por Victorica, unos segundos después ya está adentro del laberinto concéntrico de Parque Chas

Bucarelli 1752. En esa casa los fundadores de la organización armada Montoneros prepararon el secuestro y asesinato del general Pedro Eugenio Aramburu en mayo de 1970.

Aramburu, ex presidente de facto entre 1955 y 1958, líder de la autodenominada Revolución Libertadora, fue fusilado en una estancia de la localidad bonaerense de Timote el 1º de junio de 1970, tres días después de que los Montoneros lo secuestraran en su propio departamento en el microcentro porteño, haciéndose pasar por militares, y luego lo sometieran a un “juicio revolucionario” por el golpe de Estado a Perón, los fusilamientos de José León Suárez de 1956 y la desaparición del cadáver de Eva Duarte.

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En la mañana del 29 de mayo de 1970, primer aniversario del Cordobazo y también Día del Ejército, un grupo de personas armadas y disfrazadas salió hacia el departamento de Aramburu desde Bucarelli 1752. La casa está en una esquina, en Bucarelli y Ballivián, pero la numeración de las calles en Parque Chas es bastante anárquica, como casi todo el trazado urbano del barrio. Calles que cambian de nombre, calles que cambian de sentido de circulación, calles circulares que se cortan en dos intersecciones distintas con las mismas calles rectas, lo que produce un efecto desconcertante: la esquina de Victorica y Berlín, por ejemplo, existe en dos puntos diferentes.

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“Es probable que la elección de Parque Chas como base para la casa operativa se debiera en parte a la mitología de lo laberíntico, del barrio intrincado y en esa época periférico: pensarían que en Parque Chas iba a ser difícil que los encontraran”, dice la periodista y escritora Gabriela Saidón, autora del libro La montonera. Biografía de Norma Arrostito (2005) y ex vecina parquechasense. Norma Arrostito, “Gaby”, única mujer en la primera conducción de Montoneros, años más tarde desaparecida en la Escuela de Mecánica de la Armada por la última dictadura militar, fue una de las protagonistas del secuestro de Aramburu. 

“La casa operativa era la que alquilábamos Fernando (Abal Medina) y yo en Bucarelli y Ballivián −relató Arrostito en la revista montonera La causa peronista, en 1974, cuando ella y Mario Firmenich contaron por primera vez cómo había sido la operación−. La noche del 28 de mayo, Fernando llamó a Aramburu por teléfono con un pretexto cualquiera. Aramburu lo trató bastante mal, le dijo que se dejara de molestar o algo así. Pero ya sabíamos que estaba en su casa. Dentro de Parque Chas dejamos estacionados esa noche los dos autos operativos: una pick-up Chevrolet y un Peugeot 504 blanco; y tres coches más que se iban a necesitar: una Renoleta 4L blanca mía, un taxi Ford Falcon que estaba a nombre de Firmenich y una pick-up Gladiator T80, a nombre de la madre de (Carlos) Ramus. La mañana del 29 salimos de casa”.

En realidad, la casa alquilada de Bucarelli no estaba a nombre de Arrostito y de su pareja, Abal Medina, sino de la hermana de ella, Nélida Arrostito, y de su esposo, Carlos Maguid, otro de los integrantes del grupo que secuestró a Aramburu (es posible que “Gaby” hubiera mentido sobre ese detalle para proteger a su hermana). Es cierto que Norma y Abal Medina se habían instalado durante un tiempo junto a Nélida y Maguid en Parque Chas, pero se habían mudado a otro domicilio para el momento en el que Montoneros decidió que la ejecución de Aramburu fuera su bautismo de fuego. Aun así, el grupo resolvió que la casa de Bucarelli permaneciera como la base de la operación, cuya etapa final iba a concretarse en Timote.

Obsesionado con la muerte de Aramburu como tema literario, el periodista y escritor Tomás Eloy Martínez describió la casa en su novela El cantor de tango (2004), que incluye un largo capítulo que transcurre en Parque Chas: “Una casa de tres plantas pintada de un raro color ocre, muy claro, que parecía arder bajo la última luz de la tarde. Como tantos otros solares de la zona, ocupaba un espacio triangular, con ocho ventanas en la segunda planta y dos a la altura de la calle, más tres ventanas en la terraza. La puerta de entrada estaba hundida en el vértice de la ochava, como la úvula de una garganta profunda”.

La descripción es precisa excepto porque las ventanas a la altura de la calle son tres. Y ahora la mitad de la pared de la planta baja está tapada por una capa de ladrillos a la vista que colocaron hace unos años. La casa está dividida en dos pisos con entradas independientes y dueños distintos. Las hermanas Arrostito y sus parejas vivían en la planta baja: tres cuartos, cocina comedor, baño, patio al fondo, una pequeña terraza, cochera y un baño de servicio donde Carlos Maguid, aficionado a la fotografía, había armado un laboratorio para revelar e imprimir fotos. Los viejos habitantes de Parque Chas recuerdan que Maguid ofrecía sus servicios de fotógrafo a los vecinos en un kiosco frente a la casa.

Hoy la casa está deshabitada pero mantenida. En el cantero de la ochava hay plantas bien regadas. Tres cámaras de seguridad y una reja en la puerta indican que alguien se ocupa de cuidarla. Mónica, vecina de la casa desde 1977, dice que en aquella época vivía allí una señora mayor, probablemente la siguiente persona que ocupó el inmueble después de Nélida y Maguid. Luego esa señora murió y la casa fue comprada por un matrimonio que vivió allí desde fines de los setenta. “Hace unos años los dos murieron y desde entonces la casa es de su hijo, que no vive acá pero no quiere venderla ni alquilarla: la mantiene amueblada tal cual estaba cuando fallecieron sus padres”, cuenta Mónica.

Saidón, quien también fue vecina de la cuadra, dice que “durante años la casa de Bucarelli generó mitos urbanos-barriales:  se decía que Aramburu había estado ahí antes de que lo llevaran a Timote, cosa que era mentira, o que el valor de las propiedades en la zona había bajado después del secuestro”.

A principios de los setenta, además de Arrostito, Abal Medina, Ramus y Firmenich, solían frecuentar la casa los tres miembros cordobeses del grupo fundacional de Montoneros: Carlos Capuano Martínez, Ignacio Vélez Carreras y Emilio Maza. No está claro si todos ellos pasaron la noche del 28 de mayo de 1970 en Bucarelli. Pero sí que todos los involucrados en el secuestro de Aramburu partieron desde Parque Chas en la mañana del 29. 

Según la crónica de La causa peronista, ese día los tres autos “de recambio” habían quedado estacionados en dos puntos de la ciudad previamente convenidos. En la cochera de la casa de Bucarelli, ocho miembros del grupo se subieron a la camioneta Chevrolet y al Peugeot 504 y salieron en dirección hacia la avenida Santa Fe con destino al departamento de Aramburu. En el Peugeot iban Capuano y Vélez Carreras vestidos de civil y Maza y Abal Medina disfrazados de militares; y en la Chevrolet iban Firmenich de policía, Ramus de colimba, Maguid de cura y Arrostito: “Yo llevaba una peluca rubia con claritos y andaba bien vestida y un poco pintarrajeada”.

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Un par de horas más tarde, con Aramburu ya de rehén, los ocho secuestradores se reunieron en la Chevrolet y luego volvieron a dividirse: Abal Medina, Firmenich, Ramus y otro compañero no identificado que los había esperado en la Gladiator cerca de Aeroparque (siempre según La causa peronista) se llevaron a Aramburu a una estancia de la familia de Ramus en Timote, a unos 400 kilómetros de la Capital, con Capuano haciendo punta en el taxi; y Arrostito, Maza, Vélez y Maguid bajaron en La Pampa y Figueroa Alcorta, donde los esperaba otro compañero tampoco identificado con la Renoleta, y regresaron a Parque Chas.

En la casa de Bucarelli, Maguid imprimió las copias del comunicado Nº 1 de Montoneros, con el que la organización anunció la “detención” de Aramburu y por primera vez se dio a conocer en sociedad. Durante los tres días siguientes, Maguid se encargó de tipear los sucesivos comunicados (incluido el del fusilamiento) en una máquina de escribir Olivetti que le había regalado su suegro.

Los problemas para el grupo comenzaron un mes después, cuando los Montoneros de la rama cordobesa cayeron en una redada policial tras el famoso asalto a la localidad de La Calera, en Córdoba. La policía allanó la casa de Maza y Vélez y encontró una autorización para manejar la Renoleta de Arrostito a nombre de Maza. Las pericias determinaron que ese documento se había confeccionado con la misma máquina de escribir que los comunicados sobre el secuestro de Aramburu. La pista de la máquina Olivetti, que había sido comprada por el padre de las Arrostito, llevó directamente a la familia, y la policía logró ubicar en Buenos Aires a Nélida y Maguid. Por medio de la picana, los investigadores obtuvieron los nombres de varios miembros del grupo, que se convirtieron en prófugos.

El derrape fue muy veloz y el grupo no llegó a “limpiar” la casa de Bucarelli como se debía. El allanamiento en Parque Chas fue un festín para los policías. Además de armas, explosivos (12 kilos de pólvora en grano, un kilo y medio de pólvora aluminizada, diez kilos de nitrato de amonio) y materiales para la falsificación de documentos, en el laboratorio fotográfico de Maguid encontraron el negativo de una de las imágenes que se habían tomado a las pertenencias personales de Aramburu en Timote, en la que podía verse una medalla del Regimiento 5 de Infantería que el ex presidente de facto usaba como llavero.

Carlos Maguid fue condenado a prisión luego de confesar que él había escrito los comunicados (saldría de la cárcel en 1973, con el indulto de Cámpora, y en 1977 desaparecería en la ESMA). Nélida Arrostito fue absuelta y se mudó en cuanto pudo a un departamento en el centro (más tarde marcharía al exilio). Unas semanas después del asesinato de Aramburu, la casa operativa de Bucarelli había quedado reventada y vacía. El laberinto de Parque Chas había sido vulnerado.