No es solo la comodidad ni tampoco la curiosidad por lo novedoso. El motivo por el cual muchos usuarios están volcando su consumo hacia las nuevas aplicaciones de los celulares parece ser un poco más profundo. Estas app ganan mercado por sobre las empresas históricas a partir de ventajas competitivas que afectan variables clave en la vida de los consumidores: la eficiencia, los costos, la rapidez y la posibilidad de comparar en tiempo real distintas posibilidades de compra.
En el marco del encuentro “Ciudades del Futuro”, el CEO de Rappi, Matías Casoy, explicó de qué manera la plataforma de origen colombiano logró que la velocidad se transforme en uno de los aspectos diferenciadores de su empresa: “Cuando un usuario hace un pedido, por ejemplo, en un restaurante, ese pedido llega directamente al comercio. El local empieza a cocinar y a los dos minutos ya hay un repartidor en la puerta, que luego tardará 10 minutos, como máximo, en llevar al consumidor lo que encargó”. Como conclusión al respecto, el ejecutivo afirma: “Si antes teníamos que esperar una pizza entre una hora y una hora y media, hoy ese tiempo se redujo a no más de 25 minutos”.
Casoy explicó que esta suma de velocidad y precisión tienen su origen en el uso de algoritmos y de un sistema de geolocalización que solo permite encargar una compra en locales que se encuentran en un radio cercano. “A través de la tecnología logramos una concatenación de hechos, a partir de la cual a la cual nadie tiene que quedarse esperando”.
Asimismo, el CEO de Rappi explicó que las ventajas competitivas que otorga la empresa no sólo benefician al cliente, sino que existen aspectos que afectan positivamente a todo el “ecosistema”. En el caso del repartidor, esta app le permite hacer uso de la “capacidad ociosa de su tiempo” para lograr un ingreso extra, dado que la mayoría de los rappitenderos son jóvenes que tienen otra actividad principal. Además, los dueños de locales que se conectan a través de esta plataforma también amplían sus chances de crecimiento: “Muchos restaurantes, por no estar ubicados en una avenida o calle principal, no lograban alcanzar una masa significativa de clientes. Hoy, en cambio, pueden competir directamente a través de Rappi. Además, podemos ofrecerles datos para que sepan, por ejemplo, si ese producto que ellos ofrecen en un barrio también tiene éxito en otra zona”.
Por su parte, la aplicación Werpi, que permite encontrar parkings para estacionar el auto, también encuentra en el ahorro de tiempo una de sus principales ventajas competitivas. “En los recitales de Roger Waters y Paul McCartney, por citar dos casos, había mucha gente circulando y, se calcula a partir de datos duros, que para ese tipo de eventos se suele tardar 25 minutos en encontrar un lugar para estacionar. En cambio, quienes ya tenían planificado dónde dejar su auto pudieron dedicarse únicamente a lo que habían ido: la experiencia de disfrutar un buen recital”, destacó Federico Sánchez, socio fundador de Werpi.
El emprendedor se refirió también al valor agregado que le otorga una plataforma de este tipo a la Ciudad: "Al mejorar el movimiento urbano estamos descongestionando el tránsito y aportando a mejorar el medioambiente. Este tipo de soluciones se hacen aún más importantes en ciudades latinoamericanas, que tienen infraestructuras más débiles”.
Sánchez también mencionó el factor precio como un diferencial de Werpi: “Antes, cuando ibas a estacionar, te ponías las orejeras de caballo y no podías comparar opciones. Hoy, en cambio, te das cuenta que a una o dos cuadras del lugar al que vas, por fuera de la avenida principal, tenés un estacionamiento que, por su ubicación, es más barato. La gente puede comparar y eso se ve en nuestra app: los lugares con más reservas son los más económicos”.
Al igual que sucede con Rappi, Werpi también permitió aprovechar el uso de capacidad ociosa pero, en este caso, de grandes infraestructuras no utilizadas: para los grandes eventos, como recitales, la compañía se contacta con estacionamientos no tradicionales para que ofrezcan su lugar y puedan ganar dinero extra utilizando un garaje que, de otra forma, estaría vacío. Algunos de estos casos se dan en clubes o edificios de oficinas que se encuentran cercanos a grandes estadios donde se desarrollan eventos multitudinarios y tienen cientas de cocheras disponibles.
Ciudades del futuro: empresas de vanguardia
Seguros online. En el caso de Iúnigo, muchas propietarios de autos encontraron en esta plataforma la posibilidad de cotizar y asegurar su vehículo en pocos minutos, sin tener que dirigirse a una oficina. “Muchos de nuestros clientes son de una generación que jamás va a pisar un banco. Resuelven todo a través de Internet”, asegura Federico Malek, CEO de Iúnigo.
Más allá de esta ventaja comparativa, propia de las nuevas tecnologías, los algoritmos de Iúnigo permiten focalizar de manera precisa la cotización del seguro en base a la combinación de cientos de datos que se procesan, en un segundo, acerca de la persona que solicita el servicio. Aspectos particulares como el sexo de la persona (las mujeres chocan menos que los hombres) o el sistema operativo del cual se conecta permiten trazar un perfil que dará como resultado una póliza que se ajuste de manera precisa al usuario del servicio. De esta forma se premia al buen conductor o al que tiene un auto en buenas condiciones.
“Trabajamos en la prevención de la siniestralidad. La tecnología nos permite estar conectados con distintas bases de datos y, entre otras variables, saber si va a granizar a si va a haber sudestada. Como nosotros sabemos por dónde se mueven nuestros asegurados, podemos enviarles una notificación para recomendarles que no saquen su auto ante la posibilidad de un fenómeno meteorológico de este tipo".
Más allá de las ventajas algorítmicas, Iúnigo también desarrolló un sistema que permite atender con mayor celeridad los problemas de los asegurados: cuenta con una red de motos que se acercan ante inconvenientes de mecánica ligera. Pese a provenir de industrias muy diversas, como el delivery, el parking y las aseguradoras, empresas como Rappi, Iúnigo y Werpi tienen un denominador en común: el aprovechamiento de los algoritmos para optimizar el tiempo de los usuarios y para bajar los costos del consumo.
