La 31ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) volvió a congregar este miércoles a los principales actores del entramado productivo, con la presencia destacada de figuras del Gobierno de Javier Milei como Luis “Toto” Caputo, Martín Menem, Jorge Macri y Diego Santilli. Bajo el lema “El futuro se produce hoy”, el Centro de Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires se transformó en un espacio clave de intercambio entre empresarios, funcionarios y dirigentes políticos que buscan definir el rumbo de la industria en un contexto que muchos consideran un verdadero cambio de época.
El responsable de abrir la jornada fue Martín Cabrales, presidente de esta edición, quien desde el inicio imprimió un tono de urgencia y esperanza. Señaló que la Argentina atraviesa “un momento de cambio, un momento bisagra” y remarcó que existe “una gran oportunidad por delante”. A lo largo de su intervención, subrayó que la industria no solo sostiene la economía, sino también pilares esenciales del entramado social y cultural del país.
Su sentencia - “No hay nación sin industria. No hay educación sin industria, no hay salud sin industria, no hay cultura sin industria”-, fue recibida con aplausos que sellaron el consenso: sin industria, no hay país en pie.
En esa misma línea, Paolo Rocca advirtió sobre el nuevo escenario global y señaló que “el cambio en la situación del mundo ha sido brutal”, y que la Argentina “necesita una estructura industrial fuerte para sostener su desarrollo”.
Presencias políticas de peso en una edición marcada por el diálogo
La Conferencia contó con una amplia participación del Gobierno nacional y porteño, lo que reforzó la intención de recomponer el vínculo entre la política y el sector productivo. Uno de los momentos más esperados de la jornada fue, sin lugar a dudas, la intervención del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, cuya presencia generó una fuerte expectativa entre los industriales. En un auditorio atento, el funcionario buscó transmitir mesura en medio del optimismo. Con un mensaje directo, llamó a la prudencia y al trabajo sostenido: advirtió que “hay que graduarse primero antes de flotar libremente, no nos agrandemos”, y subrayó que la estabilidad sigue siendo la condición indispensable para cualquier despegue.
Más adelante, recalcó que el país se encuentra “en un punto de inflexión en la historia”, donde “hacer las cosas bien tiene su beneficio” y en el que Argentina “va a ser el país más libre y el que más va a crecer por los próximos 30 años”.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, insistió en la importancia de avanzar con consensos legislativos que acompañen las transformaciones que reclama la industria. Del lado del gobierno porteño, Jorge Macri destacó el rol de la Ciudad como plataforma para la innovación, los servicios y el desarrollo tecnológico.

El cierre quedó en manos del ministro del Interior, Diego Santilli, quien afirmó que el empresariado “es parte esencial del pasado, presente y futuro del país”. Convocó además a fortalecer los espacios de diálogo con todos los actores del trabajo y la producción, en un gesto que fue leído como una señal de reconstrucción del vínculo entre el sector privado y el Estado.
El mensaje del Papa sobre industria, trabajo y dignidad en la 31° Conferencia
Entre los momentos destacados de la jornada, se leyó una carta enviada por el Papa León XIV, quien llamó a orientar la actividad económica hacia el bien común. Señaló que la producción y las ganancias adquieren verdadero sentido cuando están al servicio de la integración social y la dignidad humana. Además, pidió que se respeten los principios de la doctrina social iniciada en Rerum Novarum -salario justo y condiciones de trabajo dignas- y citó al empresario Enrique Shaw como un modelo de industria concebida como comunidad, orientada a la justicia, la solidaridad y la participación de todos en un proyecto compartido.
Los ejes del debate: competitividad, reformas y una industria que busca volver a crecer
A lo largo del encuentro se desarrollaron paneles dedicados al futuro del trabajo, la transformación digital, la competitividad, la reforma normativa y la inserción internacional. Los industriales insistieron en la necesidad de simplificar el esquema tributario, actualizar el marco laboral y reducir los costos que frenan la producción. También se remarcó la importancia de integrar a las pymes en los procesos de innovación y fomentar cadenas de valor que permitan que el crecimiento sea sostenible.

Un cierre que dejó instalada una oportunidad
Con las palabras finales de Santilli y Martín Rappallini, presidente de la UIA, la Conferencia concluyó reforzando la idea de que este es un tiempo para construir puentes y no para profundizar distancias. La imagen conjunta de empresarios, ministros, legisladores y autoridades porteñas reflejó un gesto político significativo tras años de tensiones.
Tal como había señalado Cabrales al comienzo, la Argentina atraviesa un “momento bisagra”. Para la industria, la oportunidad existe, pero requiere cooperación, estabilidad y una mirada que trascienda las coyunturas inmediatas.
Porque, como recordó el lema de esta edición, el futuro no se espera: se produce.