En 2008, “Valentina es como vos” fue un verdadero fenómeno cultural. Con una película, un disco y hasta un álbum de figuritas, conquistó a miles de niñas argentinas y se instaló como una marca de cercanía y diversidad. Hoy, de la mano de Natalia Tagliacozzo, la propuesta regresa con una estrategia renovada que busca reconquistar al público infantil en un mercado que se transformó por completo.
“Valentina es como vos, fue mucho más que un producto. Representó un estilo de vida y un mensaje de autenticidad que conectó profundamente con su público. El desafío ahora es mantener ese espíritu, pero adaptado a los tiempos actuales”, explica Tagliacozzo, empresaria y creativa que lidera este relanzamiento.

La nueva etapa apunta a combinar nostalgia con innovación. Por un lado, recuperar la huella emocional de quienes vivieron la experiencia original; por otro, construir una propuesta que dialogue con los niños de hoy, atravesados por la tecnología, la diversidad y nuevos códigos de comunicación.
La estrategia contempla productos físicos, experiencias y licencias, así como la expansión hacia contenidos digitales que permitan a la marca trascender formatos. De esta manera, “Valentina es como vos” se inserta en una industria infantil cada vez más competitiva, donde la diferenciación es clave.
El relanzamiento se suma a otros proyectos de Tagliacozzo, como Madelon, la muñeca de industria nacional que ya cuenta con una habitación temática en el Hilton Buenos Aires y reconocimiento en Forbes, o iniciativas como La Petite Maison, que la posicionaron en el segmento de experiencias premium para niños. A ello se suma su labor como coach y asesora de empresarios y emprendedores, convencida de que el acompañamiento estratégico puede marcar la diferencia en cualquier negocio.
“La estabilidad nunca está garantizada en un país como el nuestro. El secreto no es esperar que llegue, sino aprender a moverse dentro del cambio. Y emprender significa justamente eso: animarse, diversificar y confiar en que la innovación convierte las ideas en realidades”, concluye.