EQUIPO DE INVESTIGACIóN
Exclusivo

Las denuncias en la Justicia que vinculan a Glovo con el tráfico de drogas

Hay dos causas iniciadas en Comodoro Py y en los tribunales porteños por supuesto tráfico de marihuana y cocaína. El sindicato de repartidores advierte sobre la vulnerabilidad de los trabajadores. Cuál es la respuesta de la empresa. Qué pasa con las otras aplicaciones de delivery.

Glovo
Trabajador de Glovo | Cedoc

Todo comenzó con un mail. En octubre de 2018 una casilla de mensajes de la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (ASIMM) recibió capturas de pantalla de conversaciones de WhatsApp entre repartidores de Glovo que desprendían dos sospechas: que un repartidor ofrecería marihuana para vender, adjuntando fotos y precios; y que otro trabajador advirtió que en uno de los envíos a través de la aplicación habría cocaína, por lo que evitó concretarlo. 

El Equipo de Investigación de Perfil Educación accedió en exclusiva a documentos judiciales y testimonios de los protagonistas de este caso inédito, que vincula a la firma Glovo con supuesto tráfico de estupefacientes en la Ciudad de Buenos Aires.

Las denuncias fueron presentadas por ASIMM con la representación de su abogado, Juan Manuel Loimil Borras, y del presidente de su junta revisora de cuentas, Gonzalo Ottaviano, y se radicaron en Comodoro Py y en la Justicia porteña. En los expedientes se mencionan presuntas entregas de estupefacientes en Puerto Madero y en Palermo

“Estos casos empezaron hace dos años. Pero no son aislados. Una vez que recopilamos todo el material, vimos que era algo concreto y denunciamos entre 6 y 7 hechos. Nos contactamos con la empresa, pero no tiene predisposición para cambiar esta situación. Se lavan las manos y dicen que la sociedad es complicada. El problema es que si detienen a un joven que no sabe que lleva droga, lo hacen responsable y puede ir preso”, dijo Gonzalo Ottaviano ante el Equipo de Investigación

La denuncia se presentó en octubre de 2018 y recayó en el Juzgado Federal 12, a cargo del juez Sergio Torres, que al poco tiempo pasó a la Corte Suprema bonaerense y dejó vacante el tribunal en Comodoro Py, subrogado por Rodolfo Canicoba Corral en abril de 2019. Desde entonces la causa no presenta mayores avances, pero hasta aquel momento se habían ordenado intervenciones de la División Operaciones Metropolitanas de la Policía Federal a celulares sospechosos y seguimientos a los domicilios en los que podría haber actividad ilegal. El Equipo de Investigación se comunicó con el juez Torres, quien afirmó que desde su salida de Comodoro Py no volvió a seguir el tema. Canicoba Corral, por su parte, al cierre de este artículo no respondió los llamados.

Por qué las apps se convirtieron en el "salvavidas" de muchos restaurantes

El Equipo de Investigación también se contactó con Glovo, pero la firma no quiso realizar declaraciones. Envió, en cambio, un comunicado oficial en respuesta a la consulta: “Disponemos de filtros tanto electrónicos como manuales, además de un equipo especializado de detección de fraude que analiza las órdenes sospechosas para verificar que no se trate de envíos prohibidos o que involucren pedidos ilícitos. Glovo ha estado y está a disposición para colaborar con la investigación de la causa”, manifestó la empresa para esta investigación.

Por otra parte, desde Glovo aseveran que no fueron notificados de esta denuncia y se desligan, ya que entienden que son intermediarios en los envíos y no generan las cargas de los mismos. Se amparan en un escrito de noviembre de 2018 del fiscal Gerardo Pollicita que aparta a la firma de los hechos y recomienda apuntar sólo a quienes comercializarían estupefacientes.

En diálogo con el Equipo de Investigación, Pollicita explicó: “En la causa se pidió información sobre cuentas que pidieron el servicio (de Glovo), para hacer tareas de inteligencia sobre venta de estupefacientes, que dieron negativo. Si de dichas tareas de inteligencia hubiera salido alguna vinculación con los motoqueros en particular o la empresa en general, la investigación hubiera seguido hacia ellos”. 

A pesar de la postura del fiscal, el juez Torres continuó la pesquisa e interpeló a Glovo pidiéndole datos del hombre que usaría sus servicios para el tráfico de drogas. Así se describe en un escrito judicial: “Personal policial solicitó información a la empresa Glovo (...) y obtuvieron como respuesta que pertenece a un repartidor. Cuento con elementos para presumir que estaría utilizando la línea (telefónica) para llevar adelante maniobras de tráfico ilícito que aquí se investigan”. El hombre bajo sospecha es peruano y tiene 29 años. Tal como respondió Glovo al pedido de información judicial, trabajaba como repartidor de la firma al momento de la denuncia.

 

Glovo2

Glovo

 

App

 

Otra parte del caso se encuentra en la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 13 de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, el trabajador de un comercio de bebidas y empanadas con sedes en la calle Viel, de Caballito, y la calle Ecuador, de Barrio Norte, está detenido desde agosto de 2019. Desde el local de la calle Viel, repartidores de Glovo habrían recibido paquetes con drogas.

En agosto de 2019, la titular de la fiscalía, Andrea Scanga, envió un escrito a Glovo solicitando información sobre aquel comercio denunciado. En el documento judicial al que accedió el Equipo de Investigación se detallan los pedidos de Scanga a la firma de delivery: “Todos los datos filiatorios que posean en sus sistemas del usuario; La totalidad de los pedidos que surjan registrados en los sistemas de la página web de Glovo del usuario; A qué cuenta bancaria y/o de internet –Mercado Pago, etcétera– se envía el dinero cobrado por Glovo al usuario; Cuál es el domicilio registrado por el usuario; Si los pedidos salían de la calle Viel y de la calle Ecuador”. El Equipo de Investigación solicitó una entrevista con Scanga, pero al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.

La empresa respondió al pedido de la Fiscalía través de su abogada, Macarena Byzdikian, quien notificó que no contaban con la información solicitada porque desde marzo de 2019 ese local ya no tenía vínculo con ellos: fue dado de baja. Cabe aclarar, de todas formas, que los hechos denunciados datan de 2018. El Equipo de Investigación se puso en contacto con Byzdikian, pero no respondió.
 

DocGlovo


El Equipo de Investigación tuvo acceso a capturas de pantallas y videos en la que los repartidores comentan y muestran los  hechos denunciados. Las capturas se pueden ver en la galería de fotos que acompaña la edición de esta investigación. En el video presentado más abajo se ve cómo los trabajadores de Glovo reclaman en la puerta del local de la calle Viel y amenazan con llamar a la Policía. Algunos de estos archivos fueron presentados en los expedientes judiciales.

En diálogo con el Equipo de Investigación el abogado de ASSIM, Loimil Borras, describió la compleja situación a la que se exponen los trabajadores de la aplicación en relación a las denuncias: “Hay dos cosas que facilitan este problema: una es la nula predisposición de Glovo a impedir que esto siga pasando. No les importa qué lleves, sólo les importa que el pedido se haga. La otra cuestión es la precariedad laboral de los mensajeros. Al no tener ejercicio de derechos por ser relaciones laborales no reconocidas por la empresa, el trabajador tiene temor de perder su fuente de ingreso. Si estuvieran en blanco podrían tener otra reacción. Pero si no cumplen un pedido les sacan ese ingreso”.

 


Según ASIMM pueden darse tres situaciones sobre el posible tráfico de drogas a través de una aplicación de delivery: el repartidor que es utilizado como “mula” y que, sin saberlo, reparte drogas; el que trabaja normalmente repartiendo y, a la vez, comete el ilícito de manera consciente; y aquel que alquila una cuenta de la app y la utiliza de fachada para el tráfico de sustancias. Por esto último en ASIMM hablan de “un mercado negro de alquiler de cuentas”.

Desde Glovo aseguraron al Equipo de Investigación que buscan “mejorar y agilizar los protocolos” de seguridad en los envíos y que están “colaborando con la Justicia”. Sólo en Ciudad de Buenos Aires, hay 5.000 repartidores de Glovo que hacen al menos un pedido al mes y usan la aplicación 4 horas por día ganando, en promedio, 800 pesos cada 24 horas. 

Los representantes de ASIMM afirman que, aunque no están mencionados en los expedientes presentados ante la Justicia, han recibido quejas de trabajadores de Rappi también por, supuestamente, transportar drogas en los pedidos. El Equipo de Investigación se contactó con voceros de Rappi pero no quisieron realizar declaraciones: entienden que no tienen nada para aportar ya que no existen denuncias en su contra. Otras aplicaciones como PedidosYa y Uber, por ahora, no han sido involucradas en casos de este tipo.


El Equipo de Investigación es dirigido por Rodrigo Lloret y está integrado por los mejores egresados del Posgrado en Periodismo de Investigacion y la Escuela de Comunicación de Perfil Educación.

Mail: [email protected] / Twitter: @EquipoPerfil