La realeza británica no tiene la costumbre de vestir de negro. El color está reservado para las ocasiones fúnebres, y se dice que en cada viaje oficial las mujeres de la familia real británica llevan, en su equipaje, ropa y sombrero negro por si los sorprende la muerte de un familiar.
Invitada de honor en la 71° entrega de los Premios BAFTA del cine británico, la esposa del príncipe Guillermo se encontró ante el desafío de no vestir de negro aún cuando decenas de estrellas del cine habían lanzado la iniciativa de vestir de negro como signo de protesta contra los ataques sexuales y la discriminación femenina (sobre todo, en temas salariales) en la industria cinematográfica.
Catalina de Cambridge, de 36 años, esposa del príncipe Guillermo, se enfrentó bien la situación: no vistió de negro, como la mayoría de las estrellas asistentes, entre ellas Angelina Jolye y Jeniffer Lawrence. Sin embargo, Catalina de Cambridge usó un vestido de gala verde oscuro adornado con un lazo que fue interpretado en la prensa británica como un claro apoyo a la iniciativa "Time's Up".
Los hombres, en tanto, mostraron su adhesión a la iniciativa vistiendo pins. La embarazada duquesa Catalina de Cambridge llegó en un vestido verde oscuro a la gala de premios. En ese contexto, la Academia Británica de las Artes Televisivas y Cinematográficas (Bafta) suscitó numerosas críticas por haber nominado solamente a hombres, o películas dirigidas por hombres, en las categorías más prestigiosas: las de mejor película, mejor película británica y mejor director.