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Confesiones de una diosa

Araceli: "Me separé con el amor con el que me casé"

La actriz le contó a Caras cómo es su nueva vida lejos de Suar. Asegura que quiso " hasta las últimas consecuencias" salvar la relación, pero " lo más sano fue soltarse con todo el amor". Galería de imágenes. Galería de fotos

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| Revista Caras

Como un descubridor en su carabela, Araceli González (40) avistó tierra. Y hasta su confesa fobia al agua quedó relegada a en segundo plano cuando descendió del barco y posó sus pies en Puerto Jardín, la playa de la isla Gorriti donde, en el verano 2008, nació Costa Caras, una nueva propuesta que catapultó al islote esteño entre los programas obligados de la temporada.

Con el parador hecho realidad, la madrina no se hizo desear.Y con esa misión secreta el lunes 7 llegó Araceli a Gorriti, donde el saxofonista mendocino Raúl Martínez le dio la bienvenida con una delicada melodía.

Acompañada por su amigo francés Christian Guerrien (37), Ara recordó haber visitado el lugar cuando su hija Florencia (19) tenía apenas dos años.

Reencontrarme con la isla fue algo muy lindo. Lo primero que pregunté fue si habían armado algo, y la verdad que me encontré con una estructura muy moderna. Es un lujo ser la madrina de este lugar, y así me lo hicieron sentir ustedes, como siempre me lo hace sentir la revista”, fueron las primeras impresiones de una de las grandes protagonistas de la temporada.

Tras pedir un licuado de banana, durazno y naranja, su trago preferido en el Este, Araceli se dispuso a conversar con Caras sobre su nueva vida, lejos de Adrián Suar.

—La separación, ¿es un hecho?

—Yo me separé ya hace muchos años, de hecho, estoy divorciada hace rato. Lo que pasa es que fue una relación de quince años muy intensa, muy fuerte. Es más, es la más fuerte que tuve, y lo único que quise hasta las últimas consecuencias fue intentar pelearla: por mí, por él, por mi hijo, por mi hija. Además, darme cuenta y trabajar en análisis que las relaciones también se terminan. La idea es que cada uno sea feliz por su lado. Creo que en la vida una va evolucionando, creciendo, transformándose, teniendo otras versiones con seres humanos, y en esas versiones no siempre una coincide con el otro. Entonces, lo más sano es abrirse y soltarse con todo el amor del mundo. Con el mismo amor con que me encontré con él por primera vez, y me reencontré después. Con ese mismo amor, soltarnos porque tenemos un hijo precioso, aunque hayamos hecho lo imposible para seguir juntos.

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