Hoy hace tres años que dirijo a estas hermosas sesenta mujeres de entre 40 y 90 años, diferentes en sus edades, en sus cuerpos, en sus deseos y con el mismo objetivo, conformar este ballet.
Supe de ellas muchos años antes de conocerlas en persona, sabía que Elsa Agras, fundadora y directora del Ballet 40/90 durante 19 años, estaba al mando de esta maravilla. Nos conocimos en la Escuela de Clown de Marcelo Katz y siempre me habían llamado la atención ella y lo que hacía. Varias veces quise preguntarle si necesitaba alguien para asistirla, y nunca me animé.
En el año 2014 y al día siguiente del estreno del espectáculo Te lo bailo de taquito Elsa murió y sus bailarinas siguieron bailando la vida.
Por recomendación de Katz, a quien estaré siempre agradecida, me invitaron a ver el espectáculo y puedo asegurar que sólo puede hablar quien haya estado sentado en la platea haciendo el esfuerzo para no pararse a volar con ellas viéndolas desplegarse como mariposas coloridas.
A partir de ahí empecé a amarlas.
Nos encontramos dos veces por semana lunes y miércoles dividiéndonos en tres grupos, las que hacen tap, con su maestra María Eugenia Zaldívar, suman un día más de ensayo y luego a partir de agosto se suman los viernes de función, por lo tanto los jueves quedan libres para atender nietos, salir, descansar, cocinar algo rico, hacer canto, atender la casa, etc., y, por qué no, extrañar al ballet.
El ballet es una familia de muchas hermanas, primas, madres. Estamos atentas a todo, si alguna tiene un problema cuenta con 59 para acompañarla, y si hay algo para festejar ¡ahí estaremos! Algunas están desde que se fundó el ballet y otras se fueron sumando en estos 21 años.
Ensayamos mucho y con el rigor que se merece para obtener el resultado que queremos: un ballet donde todas bailen juntas coreografías de diferentes estilos y ritmos, teniendo en cuenta el humor y lo teatral, con una estética de espectáculo y acercándonos cada vez más a lo profesional aunque no tengan formación académica (sólo una la tiene). Se llega a horario, ensayamos vestidas de negro, con el calzado correspondiente. No se puede faltar sin previo aviso. Esto hace que lleguemos al resultado que nos proponemos, pasándola muy bien teniendo en cuenta que si bien el objetivo es importante, mucho más lo es el trayecto hacia él.
Nos proponemos romper con los estereotipos de la danza y los preconceptos de la edad, también con respecto al rol de la mujer mayor adulta, asociada a tareas pasivas u hogareñas. Somos activas, positivas, con proyectos y sueños por cumplir, nos exponemos artísticamente, asumimos riesgos, nos reímos, seducimos y expresamos.
Tenemos una misión social, en la que vamos creciendo año a año, por eso nos organizamos como Asociación Civil Ballet 40/90 y como tal hemos participado en eventos comunitarios en pos de los derechos de adultos mayores, mujeres, personas con capacidades diferentes y la comunidad toda. Hemos acompañado en el Día de la Mujer a Mujeres de Artes Tomar en la Marcha de las Escobas, también en el Día de la No Violencia hacia el adulto mayor en el Ecunhi, como en la Primera Bienal de Arte “Lenguajes de Inclusión”, organizada por la Fundación Discar en la Ciudad Cultural Konex, además de realizar una función para la Fundación SI para familias víctimas de las inundaciones. En 2016 participamos en la IV Jornada de Trabajo Social en el Campo Gerontológico invitadas a la Universidad de La Matanza. Y en 2017 tuvimos el orgullo de bailar cerrando el Torneo Cinco Naciones Azul Fest Copa Final. Fue Declarado de Interés por el Ministerio de Cultura de la Nación 2017 el espectáculo Quién nos quita lo bailado y ganadoras del Premio Arte y Transformación Social 2017 del Fondo Nacional de las Artes.
Los viernes son días sagrados para el ballet, ¡¡¡son días de función!!!
Nuestro espectáculo se llama Quién nos quita lo bailado, y nos invita a agradecer todo lo que hemos hecho hasta acá.
Nos levantamos con la sensación de que se viene la fiesta. Llegamos dos horas antes al teatro para el gran encuentro, ordenamos el vestuario, nos maquillamos, nos cambiamos, charlamos, brindamos y antes de que la gente entre al teatro hacemos nuestro ritual, una gran ronda arriba del escenario, nos deseamos una función maravillosa, nos tomamos unos minutitos para agradecer esto que tenemos, nos tomamos de las manos, nos abrazamos y… ¡¡¡a gozar!!!
Lo importante es transformar al espectador desde el alma, la gente siente emoción, admiración y se va con ganas de bailar.
Hay muchas mujeres que quieren pertenecer, la lista de espera es larga, seguramente es porque hay mucha vida por bailar.
*Actriz, bailarina, coreógrafa y docente. Quién nos quita lo bailado se presenta en el teatro Empire los viernes a las 20.30.
