Seguramente hay ciertos rasgos de su personalidad que se acrecientan cuando está frente a una cámara, pero aunque cueste creerlo, Belén Francese es así, como se muestra.
Su repentino amor por las rimas, o las "arrimas" -como le gusta llamar a sus intentos poéticos- no se agota cuando le alejan los micrófonos. Al contrario.
La chica lleva su "arte" a todos lados. Incluso, a aquel sitio en el que transcurren sus momentos de más profunda intimidad: la casa de su novio, Damián.
Los vecinos del edificio ubicado en la calle Ortega y Gasset quedaron sorprendidos cuando en uno de los ascensores apareció pegado un extraño y simpático cartel.
Allí, en medio de figuritas recortadas, reza un inequívoco consejo a los propietarios e inquilinos: " Sr Vecino, no sea pepino y... cierre el portón, no sea botón ". La frase viene acompañada, claro, de una característica lluvia de corazones.
Lejos de inquietarse, los vecinos no sólo dejaron el cartel colgado, sino que se atrevieron adejarle comentarios en el papel a la chica de las rimas.