ESPECTACULOS

“Buscamos ampliar nuestro paisaje cinematográfico”

El embajador de Francia, país invitado del Bafici, explica las estrategias para que el cine galo subsista ante el dominio norteamericano.

Trabajo. El embajador francés aboga para que el cine galo esté presente en nuestros festivales.
| Nestor Grassi
Jean-Michel Casa es embajador de Francia en Argentina y estos días, con el 17º Bafici sucediendo,  son felices roces con el séptimo arte. Francia es el país invitado de la edición que finaliza el próximo sábado, y el mascarón de proa de ese cruce es la presencia en nuestro país de Isabelle Huppert, la actriz que el miércoles estará dando una charla pública a las 17.30 en el Salón Dorado del Teatro Colón (las entradas se consiguen desde el martes a partir de las 10 en el Puesto de Informes del Festival en el Centro Cultural Recoleta). Casa define a la actriz de La profesora de piano de la siguiente forma: “Para todos los que aman el cine es una persona con un pasado y una actualidad increíble en el cine mundial, no sólo francés. Y eso puede verse en el foco sobre su obra que está presente en el Bafici”.
El Bafici cuenta “con más de sesenta películas francesas, sin contar las coproducciones”, y esa oferta se vive desde la Embajada “como un gran honor y un placer sobre todo, porque nos permite abrir un poco más el panorama y presentar un cine que posee intenciones más originales que lo que solemos ver (como por ejemplo la presencia de una directora como Pascal Ferran). Se busca ampliar nuestro paisaje cinematográfico lo más posible con películas que en su mayoría no fueron distribuidas aquí”.  
Recién terminado Les Avants-Premières (el siempre presente ciclo de preestrenos franceses que tuvo películas de los hermanos Dardenne, Roman Polanski, Mathieu Almaric), con presencia estelar en el Bafici y ya planeada su colaboración con el Festival de Cine de Mar del Plata y la Semana de Cannes, Casa insiste con que “se organizan esos eventos para generar la presencia de obras distintas, algo que también tiene que ver con una evolución del cine mundial: hay menos salas de arte y más grandes complejos. Pero no se puede cambiar el mundo, sobre todo por parte de una embajada, pero uno se puede adaptar y generar alternativas con esos recursos. Los servicios culturales franceses buscan eso. Hay complejos que se dan cuenta de que hay otra oferta además del cine norteamericano, y hay que estar presentes en las salas comerciales con las películas que representan otra visión del mundo”.
A la hora de la presencia de Francia en nuestra cartelera a lo largo del año, reflexiona: “Francia es en Argentina la tercera cinematografía más vista de Argentina. Lejos, pero lo es. Ni llegamos al millón de espectadores entre todos los estrenos franceses. Siempre tuvimos una política de ayuda, de presencia, de darles una mano a los distribuidores aquí. Pero hoy el problema está en las salas. Hemos tenido distribuidores que compran derechos y no tienen sala donde proyectar. Estamos organizando para junio, con el Incaa, un gran seminario con la temática de la diversidad cultural: ¿qué hay que hacer para garantizar que se guarde espacio para ese otro cine? Es la pelea de cada día por diversidad cultural”.
¿Cómo podría generar un nuevo escenario con más presencia en cines? “Estamos en un sistema de distribución libre, y no se puede forzar a la gente a que vaya a ver las películas. Hay que atraer. Aunque el público está. Son temas difíciles, por eso generamos un Seminario de Reflexión. Es una forma de mantener viva una diversidad cultural, entre públicos y obras, y países, que poseen una idea del cine que no es sólo, de nuevo, las grandes producciones”.